jueves, 28 de abril de 2011

Perfil

Entró en el despacho, se sentó y oyó las palabras que esperaba oír: no tienes el perfil que estamos buscando.
Mientras caminaba por la calle pensaba en hacerse una rinoplastia, quizá de esa forma su perfil sería más adecuado.

Pero cuando llegó a su casa, se miró al espejo: la verdad es que su nariz era bastante bonita. De hecho ella creía que su nariz era la reencarnación de la nariz de Cleopatra, y que si a sus jefes (ya ex-jefes) no les gustaba, era problema de ellos.


Siguió mirándose al espejo y pensó que siempre hay una primera vez para todo. Y ésa era la primera vez que no pasaba un contrato de prueba.

miércoles, 27 de abril de 2011

¿Eso existe?

Entra a la tienda una chica de unos treinta. Se le ve a leguas que es nórdica, tan alta, tan rubia, tan perfecta que daban ganas de arrancarle los reflejos dorados de la cabeza (n. de la a.: hoy tengo un Día Borde. Si en estado normal ya soy borde, los Días B soy una bomba de relojería).

La guiri afincada en Barcelona (habla un español casi perfecto, como el dorado de su melena) se dirige al mostrador:

GUIRI AFINCADA EN BARCELONA: ¿Tenéis papel de currículum?
PECOSA: ...
GUIRI AFINCADA EN BARCELONA: ...
PECOSA: ... cómo, ¿papel de impresora?
GUIRI AFINCADA EN BARCELONA: No, no de impresora.
PECOSA: ¿Es para imprimir un currículum? ¿Quieres hojas Din A4?
GUIRI AFINCADA EN BARCELONA, con un tono entre tajante y estúpido: No, no es ese papel.
PECOSA: Pero, ¿cómo es el papel de currículum, barbie idiota?

La guiri se queda pensando y pone cara de no saber cómo explicarlo (por lo visto no sabe tanto español como parecía)

PECOSA: ¿Te refieres a algún papel especial, satinado o algo así?

La cara de guiri empieza a ser cara de guiri mosqueada.

GUIRI AFINCADA EN BARCELONA: No... es papel de currículum
PECOSA: Mira, bonita, ya me estás tocando los cojones Pues no lo había oído nunca, la verdad.
GUIRI AFINCADA EN BARCELONA, poniendo los ojos en blanco: ¡Ah, esta España!

Se da media vuelta y se va.

Qué ganas me han dado de soltarle dos hostias.


¿¿Alguien puede decirme qué coño es el papel de currículum??

martes, 26 de abril de 2011

Aeropuerto

No sé si será la fiebre, pero recuerdo haber pisado el aeropuerto dos veces este fin de semana.

En ambos casos despedidas.

Una de ellas es hasta dentro de tres semanas.
La otra no sé hasta cuando será, pero espero que no pase mucho tiempo.




Tres semanas no es mucho, pero duele igual (nunca he llevado bien lo de las distancias). Los aeropuertos además fomentan el llanto, tienen esa cosa. Como una tenga el día tonto lo lleva claro.

Nunca se tiran los suficientes besos cuando el otro ha cruzado el control de seguridad y se gira para saludar por última vez.
Es la primera y la última vez que me despido de él en el aeropuerto. La próxima vez que se deje algo en casa se lo va a llevar Rita la Cantaora.

Para no sentirme culpable por no hacer ni puto caso del Día de Sant Jordi, le compré una rosa a mi hermana. Dos euros, no está mal (aunque no olía a nada).




La otra despedida fue primero un hola a alguien que no había visto en mi vida, pero a la que había leído muchas veces. La Exorsister volvía de Gerona y me proponía una cerveza express en la terminal 1 (la misma que pisé el día anterior) antes de volver a su tierra, así que allí me fui.


- ¿Dónde estás?
- Estoy con M en los baños, ¿tú?
- Delante de la tienda Custo. Llevo una camiseta lila.
- Yo una a rayas. Enseguida vamos.

Mientras llegaban, me entretenía mirando la pantalla de salidas y mordiéndome las uñas. No quería mirar a lado y lado (como si fuera un partido de tenis) para no parecer una histérica, pero en uno de los momentos no pude evitar mirar a mi derecha, y vi que alguien se dirigía hacia mí con una sonrisa en la cara. Ni me fijé en su camiseta, sin duda era ella.

Tras los abrazos y presentaciones pertinentes, sólo recuerdo sentarnos con una cerveza cada una y no parar de hablar (creo que entre los nervios y la cerveza hablé demasiado, y demasiado rápido).

La hora de tertulia pasó volando, pero hablamos de mil cosas, incluso pude hablar por teléfono con el hermano de la susodicha, así que más no se podía pedir.

Fue una pincelada de color que me vino de perlas, por muy breve que fuera el encuentro.



Recuerdo haber despertado el lunes (aquí era festivo) algo mareada, sentía la fiebre, y no entendía nada (¿fiebre? ¿ahora? ¿por qué?). Recuerdo pensar en los dos días anteriores. Me vino a la cabeza un mismo aeropuerto y dos despedidas. ¿Eran reales? Me di la vuelta en la cama, él no estaba. Sí, se había ido. Mierda, no era cosa de la fiebre.
Busqué en mi bolso. El panfleto de Gerona que me había dado ella estaba ahí. Sí, la había conocido. Menos mal que no era cosa de la fiebre.

viernes, 22 de abril de 2011

Sobremesa

Este año no les ha quedado más remedio. Dios y el Planeta Tierra han coincidido en la Comida del Evento del Día.
La tensión se puede cortar con tijeras. A la hora del café, ambos se piden un carajillo. La Tierra remueve el suyo con la cucharilla y sentencia, mientras dirige el vasito a sus labios:

PLANETA TIERRA: Hoy es mi día.

Le da un trago al carajillo. Está rico, piensa.

DIOS: No, hoy es Viernes Santo, lo sabe todo el mundo.
PLANETA TIERRA: Claro, porque es festivo, no te jode... Además, sois unos raritos, ¡anda que celebrar la muerte de alguien...!
DIOS: Bueno, luego resucitó, así que tampoco es para tanto.
PLANETA TIERRA: Si es que hacéis lo que os da la gana. Vaya Juan Palomos estáis hechos.

La Tierra se queda pensativa. Y repite:

PLANETA TIERRA: Hoy es mi día. Mi día debería ser festivo.
DIOS: No tienes tantos seguidores como yo.
PLANETA TIERRA: Coño, ¿te has hecho Facebook?
DIOS: Pues ahora que lo dices, llevo un tiempo pensando en si hacerme Facebook o Twitt... -Dios sacude levemente la cabeza- Me refería a seguidores en espíritu. Yo tengo más que tú.
PLANETA TIERRA: Es cierto, por desgracia. Pero si no fuera por mí, nadie estaría aquí -la mirada de La Tierra se pierde en lo que queda de carajillo-. Nadie.
DIOS: No te equivoques, el mérito es mío.

La Tierra no lo escucha, sigue pensando en voz alta.

PLANETA TIERRA: Por lo menos los de Google se han acordado de mí.
DIOS: Ya lo he visto. Menuda panda de herejes.
PLANETA TIERRA: ¿Estás siendo despectivo con mis fans?
DIOS: Yo soy despectivo con quién me da la gana.
PLANETA TIERRA: Así que esas tenemos. ¡Pues ahora va a llover toda la Semana Santa! ¡A joderse!
DIOS: Pues vaya novedad, llueve tooodas las Semanas Santas.
PLANETA TIERRA: ¿Qué esperabas? Soy atea.

jueves, 14 de abril de 2011

Cuando la realidad supera la ficción, hay que pasarse a la ficción

Cena para dos. Cubriendo la mesa, un mantel de algodón (todo un lujo, están en peligro de extinción), una botella de vino y velas.

Él a ella:

- Te quiero.

Ella a él:

- ¿Podrías dejarlo por escrito ante notario?

domingo, 10 de abril de 2011

Hoy va de fotos

Desde que empecé a trabajar, he dejado bastante aparcada a Olyvia (mi pequeña pero increíble Olympus), así que este fin de semana he decidido sacar unas cuantas fotos para compensar este abandono repentino que ha sufrido tras cuatro meses de uso más bien frecuente.


Ayer por la tarde necesitaba comprar un regalo de cumpleaños, y decidimos ir al centro comercial Las Arenas, recientemente inaugurado. Tengo que decir que no soy para nada aficionada a pasar el rato en los centros comerciales, me parecen aburridos, fríos y vulgares. Éste en concreto tiene una particularidad: está situado en una plaza de toros. La plaza de toros de Las Arenas, junto a la Plaza España, llevaba años, décadas abandonada. Una auténtica pena, porque aunque no soy nada aficionada al mundo taurino, las plazas de toros me parecen hermosas. Siempre soñé con que la habilitaran como centro cultural, imaginaos: una gran biblioteca, una filmoteca, una zona ajardinada, un escenario para actuaciones... una plaza de toros daba para mucho. Finalmente ha sido un centro comercial, de lo más exclusivo, además, casi todo es de firma. Y la plaza de toros ha quedado muy afeada. Para mi gusto, desatroso.

En cualquier caso, fuimos porque nos hacía gracia subir a la parte superior, donde todo el perímetro de la última planta es un gran mirador. No es que tenga unas vistas demasiado espectaculares, pero daba para sacar alguna foto de la ciudad.


Izquierda: Plaça Espanya, Avinguda Maria Cristina con el Museu Nacional d'Art de Catalunya al fondo, y rozando el cielo azul, el pirulín (nadie lo llama Torre Telefónica) del Palau Sant Jordi.
Derecha: el Parc Joan Miró (Dona i Ocell incluidos), y al fondo, la montaña del Tibidabo.


Junto a la plaza de toros (a la izquierda de la foto, el edificio de la B) hay un hotel en cuyo terrado tienen una terraza con una piscina impresionante. Desde el mirador del centro comercial se ve todo, voyerismo puro. Los del hotel no deben estar muy contentos.
Al fooondo, las torres Mapfre (nuestras torres gemelas)




Cambiando de tema, por fin he terminado el curso de restauración de muebles, estoy en espera de mi modesto diploma. Aquí os dejo las fotos de mis pacientes (pacientísimos):


La butaquita no ha quedado del todo bien (el apaño del brazo no ha quedado bien teñido, así que le he puesto un foulard que lo tapa. Es lo que hay)


En las fotos no se aprecia lo suficiente, pero el perchero ha quedado precioso.
Estoy de lo más orgullosa.



Y la mesa de coser de mi abuela... ha revivido. Había perdido el brillo, y ahora está la mar de reluciente (la goma laca aplicada a muñequilla hace maravillas). Mi abuela me ha dicho que me la dejará en herencia, y además me dio 20 euros por la faena realizada :)



Y, para finalizar, hacer una breve referencia a la primavera (que este año se me ha pasado hacer post primaveral). No voy a extenderme diciendo lo alteradas que andan las hormonas (sobretodo las masculinas) desde que hemos dejado el abrigo para ponernos la chaquetilla de entretiempo; pero sí voy a decir que es la mar de divertido ver y oír las reacciones de los hombres cuando pasa una mujer en tirantes o falda. ¡Cómo se echaba de menos!

Pero también estoy muy contenta porque resulta que ya no mato plantas.
Hace unos meses, decidí comprarme un par de potus para darle vidilla al hogar (hacía años que no tenía plantas en casa porque se me morían todas, incluso los potus, que son todoterreno). Además, por Navidad, mi padre nos regaló una poinsetia de esas (la planta de Navidad de toda la vida) y en Nochebuena, para más inri, me cayó un bonsai (¡yo! ¡un bonsai! ¿Estamos locos o qué?).

Pues para mi sorpresa, los potus están larguísimos (¡qué rápido crecen cuando se los riega!), la poinsetia no se me ha muerto, y mi bonsai ¡hasta ha florecido! ¡Viva la primavera!


Izquierda: mi área plantística, están todas ahí porque es la zona más iluminada de mi casa.
Derecha: la poinsetia, viva y roja.



Izquierda: así estaba el bonsai a día 4 de enero. Todo y ser de hoja perenne, se le empezaron a caer todas y me cagué. Esperanzada, le podé algunas ramas y esperé, a ver que pasaba.
Derecha: así está a día de hoy. Todo y ser gitano (investigué y resulta que es de la especie Carmona), lo he bautizado como Hatori Hanzo (Hato para los amigos)


¡Las florecillas! ¿Se puede ser más majo? ^^

domingo, 3 de abril de 2011

Un libro

Dentro de tres semanas es el Dia de Sant Jordi: Día Internacional del Libro en todo el mundo, y aquí, también Dia del Llibre i la Rosa.

Me estoy terminando el libro que vengo leyendo y me toca comprar otro nuevo para sucederle. No me vendrían mal algunas recomendaciones, así que se aceptan propuestas: indíquese título, autor y una buena razón por la que debería leerlo.