viernes, 26 de septiembre de 2008

Para el próximo amigo invisible, una escoba para cada una

Dicn que comer estando uno de mal humor no es bueno. Y comer con prisas tampoco. Y yo estoy comiendo malhumorada y con prisa. Tócate las narices.

Lo de la prisa, por despistada, Pero eso es otra historia.

Entonces. La cuestión es: ¿porqué las mujeres somos tan brujas? Y digo somos, porqué alguna debe pensar que yo lo soy, claro; y soy una mujer. Sí que me meto en el bote, que no me voy a echar flores ni nada de eso. Ahora, yo sé cuando me comporto o puedo comportar como una bruja, soy consciente.

La cuestión es que hay mujeres que ya lo son de por sí, o que al estar rodeadas de mujeres, se les acentúa la característica.

Detesto trabajar con mujeres. Tiene esa parte positiva de que te entienden cuando tienes la menstrus y esas cosas, pero la verdad es que somos lo peor. Y siempre acabo trabajando con mujeres, en todos los lugares en los que he estado. Estoy por buscarme un trabajo de moza de almacén, en serio. Que los hombres son más pachorrosos.

La mujer es maquiavélica. Te pincha, te pincha... Como si fueras un muñeco de vudú. Y a ti se te van hinchando los ovarios como no se te hinchan con ninguna menstru habida o por haber.

Porque, claro: después de dos años comiéndole el coco al jefe para que nos pusiera ordenadores en las tiendas (sí, nosotros éramos de los del fax, una vergüenza en pleno siglo XXI); ahora que los tenemos resulta que el 70% de las que trabajan conmigo no tienen ni pajotera. Que yo tampoco soy una crack, para que voy a decir lo contrario. El caso es que resulta que tenemos que seguir imprimiento formularios y guadarlos en carpesanos porqué por lo visto, hacer una copia de seguridad, o pasar los archivos a un CD o lo que sea es "demasiado complicado, porqué claro, es un cambio muy brusco y ahora no podemos estar pendientes de esto..". ¿No podemos estar pendientes de esto? ¿Y cuando? ¿Y para que hicimos "la revolución de la modernización"? Pues espabila y haz un curso, a mi que me cuentas.

(Y se me iban hinchaaaaaaando, hinchaaaaaaaaaaando...)

Claro, cuando una dice que después de seis meses con el ordenata, nadie muestra interés ("¿qué quieres decir con eso?") la cosa se pone tensa... Ahora, ante todo las formas, que somos muy diplomáticas todas (esas son las peores discusiones entre mujeres: en las que estás deseando tirarle de los pelos y mantienes las formas, que somos unas profesionales...).

Y luego te sueltan que somos un equipo, que la tienda no tiene encargada. Si bien en mi contrato pone ayudante de dependienta (sí, lo sé...), me gustaría saber quien está todos los días sacando adelante el local, llevando la contabilidad, haciendo el 80% de los presupuestos y pedidos, las exposiciones, etc.; mientras la mami que está a media jornada no hace más que fumar y hablar por teléfono de las trastadas de sus hijos y de lo cansada que va. Suerte de la chica nueva, que pone más ganas que nadie, aunque haya que estar por ella, como es normal. Y resulta que somos un equipo.

Con el cuento a otra parte.

Y me miran con cara de "qué chica más conflictiva" por decir lo que pienso, y no seguirles el rollo de las falsas carcajadas. Falsas, que sois unas falsas.

Arpías. Todas.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Puff me siento totalmente identificada con lo que has puesto, lo peor es trabajar con mujeres, yo solo trabajo con una pero que una y eso acompañado de que mi jefe q es chino pa que te quiero contar más.
Él por más años que lleve en España no se enterá de nada y ella hace lo que le sale del forro, pero luego dile algo que siempre tiene la razón y claro como esta embarazada se le permite todo ufff je je uy que bien me siento ahora gracias me he desahogado.
Besos y nosotras podemos más que todas ellas falsas más q falsas jaja

Pecosa dijo...

¡Ah, bueno! ¡Si encima es mujer y está embarazada agárrate!

En fin, ya no es una cuestión de poder, sino que una tiene paciencia, y la estiiiiiiiiiiira; pero cuando la goma ya no da más de sí...

¡Un saludo, Chari!

Pi dijo...

POr qué te crees que dejé el periodismo y me vine a trabajar con hombres? jejeje, no, no fue así de sencillo, pero la verdad es que yo siempre he dicho que qué horror trabajar con mujeres (y nunca he tenido ningún problema serio, salvo que me hicieron ir a una entrevista de trabajo casi casi que para firmar y ya en la sala de juntas me dijeron quemejor no djeara a mi bebé en casa, que se les rompía el puto corazon, y eso la solidaria subdirectora de una modernísima revista femenina que apuesta por las superwomen). En fin, que cada vez soy más heterosexual, que donde se ponga un inocente hombre que se quiten todas estas pendejas, retorcidas y esas cosas.
En fin. Pero que en la blogsfera soy bisexual no me cabe duda, porque chica, para un café y contarnos historias seguro que nos llevarías bien, no? jajajaja
Qué divertido cómo escribes!

Pecosa dijo...

Bueno, divertido cuando me da la vena, porqué si tengo el día cruzado..

A mi me pasa igual: nunca he tenido un problema serio con ninguna mujer, aunque más de una me saque de quicio; y, obviamente, ¡las charlas de mujeres no las cambio por nada!

(Que maja esa subdire, ¡¡a ésa le tendrías que haber tirado el tomo de 1000 páginas amarillas!!)

vittt dijo...

si me dan a elegir entre trabajar con hombres o trabajar con mujeres elijo no trabajar.
si de niño me hubieran dicho que venía la menstrus en vez del coco me comía las acelgas

Pecosa dijo...

Las menstrus y lo que no son las menstrus: ovulaciones, síndromes premenstruales, síndromes postmenstruales, que si la menopausia... Sacos de hormonas puros y duros. A ver quién aguanta eso.