miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡Por fin!

Adelanto desde ya que no me ha tocado una mierda en la Lotería de Navidad.

En cualquier caso estoy contenta porque he estado haciendo bricolaje casero mientras escuchaba a los niños cantar.

Desde hace años deseaba tener un mapa mundi enorme colgado de la pared. Hace un par de meses, para amenizar el viaje en tren, me compré la National Geographic, que hacía años que no leía. En el interior de ésta venía un desplegable de las grandes migraciones animales. Cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que en reverso había un mapa del mundo precioso. ¡Por fin un mapa del Mundo! ¡Y de la National!

Así que me ha faltado poco para comprar un marco (cristal con perfil de aluminio, 100 x 80, 15€ en el Ikea). Como el marco no llevaba paspartú y quedaba algo frío, me he pasado por el chino (¡soluciones para todo!) y he comprado algo para hacer un apañillo (de estas chapucillas mías que me encantan):

¡Papel adhesivo imitando a la madera!


Así que esto por aquí, esto por allá, recorto aquí, retoco allá (he tenido que recurrir a los rotuladores Carioca para disimular alguna junta y tal), y...

¡Aquí está! ¿No es la mar de bonito?



No sabéis la categoría que le da al salón. ¡Y por cuatro duros! ¡Bieeeeen!

¡Venga, que me va a tocar!

Que no os engañe la imagen. Sólo hay dos décimos, el resto son participaciones. Pero menos es nada.


Como mola hacer la limpieza previa a los días navideños con las niñas cantando tantos miles de euros. Qué fácil es soñar, coño.

(¡Venga, niños de San Ildefonso, que estoy en el parooo! ¡Que quiero ponerme un pisito en la Costa Bravaaa!)


domingo, 19 de diciembre de 2010

Empieza a coger forma (o no)

Hoy ha sido un día completito. A las nueve estaba en planta. He restaurado, me he comido una paella con la familia, he comprado regalos de navidad y me he ido de cena con las del curro. Toma ya.


Como la cena ha ido corta y ya estoy en casa, aprovecho para mostrar la evolución de mis queridos pacientes (paciencia tienen una poca).


Después de haber limpiado y decapado los muebles (mesa de máquina de coser, silla con brazos y perchero -falta foto-)...


...he pasado a la carcoma. El tablero de la máquina está a rebosar de ella, y el pie del perchero también. Se han puesto hasta el culo, las cabronas.



Inyectados y envueltos. Ahora hay que hacer como con la paella: dejarlo reposar.



El próximo día: consolidación (dicho a lo bruto: rellenar los agujeros de a carcoma con pasta y ceras)


A todo esto, mientras le ponía paradiclorobenceno (¿¿cómo te has quedado?? Mola, ¿eh? Paradiclorobenceno. A ver, dilo en voz alta, como cuando de pequeño decías supercalifragilisticoespialidoso: paradiclorobenceno. Y te lo digo sin los apuntes, de memoria. ¿O qué pensabas?), decía que mientras le ponía paradiclorobenceno a la mesa, me he encontrado en la parte inferior a una amiga que se me ha pegado a la aguja de la jeringa. Tras agitarla y ver que no se movía, he entendido que estaba muerta y la he dejado sobre el marco de la ventana.



Es super bonita. He decidido que se va a llamar Ágata, y que a partir de ahora va a ser mi mascota.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Trasnochando (for the first time!)

Desde hace mucho tiempo, me había llamado la atención el programa "Diario De:", conducido por Mercedes Milá. Quería saber si era muy sensacionalista o me podría resultar interesante.

Hoy es la primera noche desde el día D (de Despedida) en la que decido quedarme trasnochando un ratín. Mi hermana está en la cama, Ratman no está y yo hace siglos que no me aplatano sola en el salón delante de la tele.

Pues curiosamente, haciendo zapping, me encuentro con la Milá (¡y no! ¡No es Gran Hermano!) y su programa de reportajes "Diario De:". Hoy va de adolescentes delincuentes, cosa que me da un poco de palo (me dan unos bajones con estas cosas...) pero me quedo mirando un rato. Cuando más tarde estoy a punto de cambiar porque había un caso de una niña que traía tela, pasan a otra historia de un adolescente que fue neonazi.

Y entonces en ese momento, cuando nombran al chico neozani, me viene a la cabeza American History X. Qué peliculón (Edward está que-se-sa-le).

No sé porqué, pero todo y ser totalmente contraria a ese tipo de ideología, es un tema que me atrae mucho. Me gustan las películas de nazis y skins, o leer libros con esa temática, o un reportaje sobre la Segunda Guerra Mundial. Además es como que siempre da que hablar, ¿no? Sale una película nueva sobre nazis, haaala, todos al cine. ¿Que saca Tarantino una de nazis? ¡Haaaala, tooodos al cine! (Y qué peliculón, a mí me encantó [por favor, atención a la frase del vídeo: YOU HAVEN'T SEEN WAR UNTIL YOU'VE SEEN IT THROUGH THE EYES OF QUENTIN TARANTINO. ¿¿¿PUEDE HABER UNA FRASE MÁS TOTAL???])


Volviendo a lo que contaba, el caso de este chico adolescente ha sido muy similar al caso de American History X: un adolescente de una familia bastante correcta, que se junta con gente que no debe y se hace neonazi. El chico explica las mil perrerías que hacía (alucinante) y que acaba en un correccional.
Ironías de la vida, acaba relacionándose y haciéndose amigo de un chico negro y de gente de etnia gitana. Y entonces, Mercedes Milá ha dicho "Claaaro...". Y cuando la Milá dice "claaaro", ojo.



Y entonces he pensado que qué fuerte.

Y he venido a escribirlo porque me ha parecido una pasada.




Y nada, simplemente quería compartir eso.

Ahora, que sí que ya ha empezado el 24 horas ese de Gran Hermano, casi que me voy a la cama.



(Espero que no esperarais una entrada mucho más intelectual. A estas horas, y siendo mi primera noche de apoltronamiento en el sofá frente a la tele, es lo máximo que puedo dar de mí).

lunes, 13 de diciembre de 2010

Viaje en tren

Ir en tren es de lo mejor que hay. El tren tiene algo diferente a los demás transportes. Es fuerza, potencia; pero también es relajación, recogimiento.

Me encanta ir en tren en invierno. Hoy eran las tres y media del mediodía, más o menos. El andén no estaba muy concurrido, y ha sido fácil conseguir asiento en el vagón.



Había mucho silencio. La mayoría iba dormitando, era la hora de la siesta.

Fuera el día estaba nublado, se percibía el frío desde dentro. Llevo desde que me he levantado con frío, y encima en el tren no han puesto la calefacción lo suficientemente alta como para entrar en calor.

Parecía que iba a llover de un momento a otro, el cielo estaba cada vez más gris. Pero miro hacia la costa y me sorprende el color azul cristalino del mar. No está transparente, porque el mar está muy movido, pero tiene un color azul claro muy intenso. Nunca lo había visto así, por lo menos estando el cielo como estaba hoy. Alucinante.

Daban ganas hasta de bañarse.


Hoy, el viaje en tren ha sido perfecto.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Nuevo Orden Pecosil

Cuando hace una semana que pertenezco a la entidad con más trabajadores a su disposición (que no en activo) de España, puedo decir que he hecho tooodas estas cosas:

  • Ir a la oficina a tramitar el paro
  • Pasar por la tienda a visitar a mis compañeras
  • Comer pizza del Domino's y beber un cóctel con sabor a corazón de chuche de una jarra de litro con pajitas con el Zorro y H@n (¡qué bien lo pasé, tíos!)
  • Preparar los bocetos para la nueva manta a lo patchwork (o esa es la idea, veremos lo que sale) que voy a hacer con la ropa que tenía pensado tirar.
  • Archivar todo el papeleo laboral
  • Ya puestos, archivar los recibos del cajón desastre (todos tenemos un cajón desastre en casa. Mi cajón desastre es el primero de la cajonera del despachito: hoy he archivado los recibos desde abril del 2010 hasta ahora)
  • Ya puestos, inventar un nuevo sistema de archivo de libretas de La Caixa (el nuevo sistema de archivo consiste en sacarlas de la carpeta y meterlas en una caja, ordenadas por fechas, eso sí. Por cierto, ha aparecido una libreta de 1998 ¡en pesetas! ¿Se puede ser más gracioso? "Ingreso cajero: 4.000 pts", ¡es total! No me digáis que no las echáis de menos)
  • Rascarme la entrepierna en el sofá



El otro día cogí una libreta y la titulé Libreta de Parada (por esto del paro, no por el que se manoseaba con Marujita Díaz), y en ella he ido anotando cosas que hacer:

  • Levantarme como muuuy tarde de las 10. (Bueno, si algún día es 10:30 tampoco pasa nada.)
  • Seguir adelante con el curso de restauración y ver si me puedo apuntar a alguno gratuito de lo que sea.
  • Pillarme algún pedal estas Fiestas, fumar maría... Yo a esto le llamo desintoxicación. Puede parecer que es precisamente lo contrario, pero claro, es desintoxicación de los malos rollos del curro, no de los vicios de la vida (esta promoción sólo es válida en exceso durante el mes de diciembre, a partir del día 7 de enero empieza la Nueva Vida)
  • Ir a llevar al Punto Verde de reciclaje toda la chatarra que llevo acomulando desde vaya usted a saber cuándo.
  • Sacarme el carné de conducir. Bueno, esto no es seguro, ya veremos, a lo mejor no.
  • Hacer más ejercicio (me duele la espalda de estar todo el puente escachuflada)
  • Descansar. Bueno, y ordenar. Y arreglar las cosas de casa que necesitan arreglarse. (No sé para qué narices hago listas. La última vez que hice una lista dije que arreglaría la puerta del salón y a día de hoy aún no está arreglada.)

Joder, esto de tener tanto tiempo para pensar en gilipolleces va a ser mi decadencia.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Ironías de la vida

Hace dos semanas le decía a mi jefe que a este paso tendría que cerrar la tienda.
Ayer la cerró. Y de paso, me despidió.

¡Qué irónica es la vida!

Recogí las cosas y, como eran muchas (uno no sabe lo que tiene hasta que intenta meterlo en una bolsa que acaba siendo un saco), tuve que irme a casa en taxi. Acabo de quedarme en el paro y ya estoy gastando de más.

¡Qué irónica es la vida!

Subo al taxi. Sonaba Radio TeleTaxi (¡lo nuestro!), y a los tres minutos de trayecto, empieza a sonar la versión de Il Divo de la canción Héroe.



(La canción venía que ni pintada, lo cual llevó a un momento sumamente deprimente a la par que cutre)

¡Qué irónica es la vida!

Hoy tenía que ir a renovarme el DNI. Como no tenía previsto estar sin trabajo a día de hoy, me pedí cita en la comisaría que tengo justo delante de la tienda. Quien me iba a decir que hoy iba a pasar y verla con los cristales empapelados.

¡Qué irónica es la vida!

Veo mientras espero mi turno en la sala de la comisaría que la señora de piernas delgadas y torso ancho que se dedica a dar los números saluda a una mujer (que también aparenta no tener trabajo, pero las "paradas" que se dedican a gastarse el dinero de su marido). "¿Qué tal?", le pregunta la mujer. "Aquí, divirtiéndome", contesta irónicamente la desproporcionada. Qué poco se valoran los trabajos cuando se tienen, por aburridos que sean (yo la primera, lo reconozco).

¡Qué irónica es la vida!




Irónica esta crisis, irónico que haya tanta gente cualificada sin trabajo, irónico que uno cuando empieza a volar le corten las alas, irónico que una encuentre un trabajo de puta madre a la semana de haber dejado el suyo, sin paro; y a los cinco años firmar un despido con una empresa que se va a pique.

Uno de mis dichos populares favoritos, y de los que más uso, es "no hay mal que por bien no venga".


Y como por lo visto las ironías, al igual que las alegrías y las penas, vienen todas de golpe, no se me ocurre nada mejor que poner esta canción, que a mí personalmente me ha gustado siempre mucho (y el videoclip también), y que habla precisamente de eso, de lo jodidamente irónica que es la vida cuando quiere.





P.D: me acaba de llamar mi jefe. En quince minutos bajo a firmar el finiquito. Sí, ahora, a las nueve de la noche. En esta empresa van así las cosas.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Cómo decirlo sutilmente...








Sí, han sido

Ni uno más, ni uno menos. ¡Ha haaa!

domingo, 28 de noviembre de 2010

La política está mejorando

En un rato tengo que bajar al Centro Cívico del barrio a votar para las parlamentarias catalanas. La verdad es que tengo algunas dudas:

No sé si votar a Anglada, de Plataforma por el fascismo Catalunya...


Obsérvese -dejando de lado, si se puede, las perlas que suelta este hombre a lo largo del vídeo, el minuto 8:00 cuando a un minusválido que le ha llamado "racista" le dice "anda, camina, camina". Un angelico.)




Luego, en el otro extremo, está el CORI. Atención a las palabras de Carmen de Mairena, número dos del partido político:



No digo yo que la prostitución no deba regularizarse, y que en general a ver si todo se arregla (minuto 00:50, sí, Carmen, esa es la idea), pero vamos, que hay mundo más allá del Raval.



También tenemos a Joan Laporta, con su partido (¿cómo coño se llama? Momento Google. Ah, vale, ya lo tengo) Solidaritat Catalana per la Independència. Aquí dejo el spot electoral que sin duda refleja la profesionalidad y seriedad del ex presidente del FC Barcelona:



Vídeo con final feliz, que para esta gente no es un orgasmo sino un billete de 500€, por lo visto



En definitiva, señores. Pasan los años y con la llegada de nuevos procesos electorales una tiene la esperanza de que nazcan nuevos partidos políticos con ideas fuertes, nuevas, progresistas, con las que poderse identificar. No, no es el caso. ¿Quién dijo que la política era seria y aburrida? Un circo es lo que es.

Ea, me voy a votar.

jueves, 25 de noviembre de 2010

No es por consumismo, es por no caber en los pantalones

Con esto del cambio de ropa de temporada (no me gusta el invierno, no me gusta el invierno, no me gusta el invierno) y que parece ser que me he engordado (aunque yo prefiero decir "tengo el culo más respingón"), el recuento de prendas que pasan a mejor vida (de momento) es el siguiente:


Dos camisas de pijama, un jersey y cuatro pantalones (¡cuatro! Marededéusenyor...)

Las camisas de pijama ya tienen como cinco años una y unos diez la otra y están hasta rotas, así que fuera. El jersey me lo dio mi hermana hace tres años, más otros tantos de vida que ya debía tener, está lleno de bolas y me va hiper corto y mega estrecho. Las prendas ya están más que amortizadas.

En el caso de los pantalones, hay uno que lo tenía desde el instituto (verídico). El negro me lo dio alguien que ahora no recuerdo. Y los otros dos... Joder, los otros dos tenían como mucho dos años, hostia. Como me jode no poder aprovechar la ropa diez años, por lo menos. ¡Dos años de vida! ¡Una miseria! Y los tengo que tirar porque no me cabe el culo. Qué lástima.


Así que he roto la hucha (romper la hucha en el mundo adulto significa rescatar dinero de la cuenta de ahorros que hace tiempo que más que de ahorros es de supervivencia) y me he ido de compras a un Outlet de Mango.



Pantalón de corte hípico
Antes: 29€ Ahora: 15€

Finalidad de la prenda: hacer creer a la gente que voy a montar a caballo cuando realmente lo que estoy haciendo es irme a currar, como todo hijo de vecino.



Jersey turquesa de cuello alto
Antes: 29€ Ahora: 20€
Finalidad de la prenda: abrigar mogollón y realzar la figura (marcarme las tetas, vamos)



Jersey lila
Antes: 35€ Ahora: 20€
Finalidad de la prenda: abrigar mogollón y esconder lo que haya que esconder (tetas incluidas, muy a mi pesar) en esos días en los que una se hincha un poco


Y esta es la prenda estrella:


Vestido de encaje negro sobre raso champane (suena hasta fino, ¿eh?)
Antes: 49€ Ahora: 30€
Finalidad de la prenda: dejarme es-pec-ta-cu-lar para la cena de Navidad con las compañeras (y la de Nochebuena con la familia, y la de Fin de Año con los amigos. 3 en 1, es lo que hay)


¿Que hemos aprendido hoy?

Pues que dejarse 85€ en cuatro prendas que realmente valen 142€ es muuuy guay.

Que no pasa nada por tirar ropa de hace quince años (pero sólo cuando esté muy desgastada o no nos quepa. Sino no.)

Que a ese vestido no le van unos botines, o al menos no los que yo me he comprado (suerte que sólo me han costado 15€).

Que cuando no hay nada más interesante que postear, pues se postean chorradas superficiales y sin sustancia.


Hala, para las rebajas, segunda parte.


sábado, 20 de noviembre de 2010

Llamadme restauradora (o jodedora) de muebles

Hace algo más de un mes me matriculé en un curso a distancia de restauración de muebles, y después de empezar con algo de teoría he montado mi tallercito en casa de mi abuela, a la que le restauraré (o acabaré de joder) una mesita de una máquina de coser. Así que esta mañana he cogido mi perchero de pie (que también voy a intentar restaurar), los bártulos varios, me he montado al bus y para allá que me he ido.

Por suerte me he levantado temprano, porque ya sabía yo que no iba a ser llegar y ponerme al lío. Dicho y hecho. He llegado, he saludado a mi abuela ("Uy, niña, ¿y eso qué è? ¿Que tah venío con eso dende tu casaaa?") y me he ido a saludar a mi tía, que vive en la puerta de enfrente. Mientras ella limpiaba la arena de los gatos me ha explicado que mi primo va a hacer unas prácticas este invierno de blablabla, que mi otro primo aún estaba sobando y no había manera de levantarlo, que esa arena de gato apenas hace polvo, que va a hacer fideos para comer... Todo seguido y sin respirar. En esto que se levanta el primo. Le doy un beso y me voy otra vez a casa de mi abuela porque mi tía ya está hablando de más. "Niña, ¿quiereh un café?". "Bueno, venga, va". Me planta un café y una torta de esas de aceite. Me lo trinco mientras me cuenta que se fue a comprar un sillón al "Carrefú" y como se retrasaron un mes en la entrega, le han compensado con un sillón de "relá" ("relax" en andaluz), de esos que vibran, sin pagar ni un duro más. Me dice que no sabe como va, pero que le sujeta muy bien el lumbago.

(La abuela en el sillón de "relá". Más maja...)

"Ay, toma, niña, la lotería pa' ti, pa' tu hermana y pa' tu madre". "Ay, toma, ven, que te voy a dá un queso de ese de tetilla que te guht·ta". "¿Qué estás leyendo, yaya, la hoja de la parroquia?", le digo al verla toda concentrada en unos panfletos. "Sííí. Mira, dise que er Convento de lah Arrepentidah se llama así porque è donde iban anteh lah putah. Ya vèh tú, yo sé máh cosah de lah que saben loh barseloneseh de toa la vida, seguro". No me cabe la menor duda. Voy a tener que empezar a leer la hoja parroquial.

En fin. La he dejado cascar un poco y cuando he intuido que iba a pasar de tercera a cuarta (en quinta ya no hay quien la calle) le he dicho que me tenía que poner a trabajar.

Ésta es la mesita de coser. Dice mi abuela que tiene como 50 años, que le costó cinco mil pesetas y que la pagó a plazos.

(La máquina de coser es un flipe)


Mientras yo tapaba la maquinaria con una bolsa, le he dicho que vaciara los cajoncitos laterales. De los cajoncitos han salido hilos, agujas, retales, destornilladores, pesetas, céntimos de peseta, cepillos de esos de teñirse, ... Si en una máquina de coser guarda eso, no me quiero ni imaginar las reliquias que puede haber escondidas en los armarios de ese piso.


Entre pitos y flautas a la pobre mesa la he dejado de lado porque el perchero (¿querías aprender a decapar? ¡Pues toma decapación!) me ha tenido liada prácticamente todo el día. Inocente de mí, cuando el señor de la ferretería me preguntó si quería la lata grande de decapante o la pequeña, contesté: "yo creo que con la pequeña tengo de sobras". Y un cojón. Dos manos que le he dado y aún queda negro que sacar.

(Aquí una servidora -podéis llamarme restauradora, no me enfado- decapando con una bata que me ha dado mi abuela la mar de molona. Atención a los cristos y vírgenes de la pared que no tienen desperdicio)

(Aquí el estado actual del perchero, a falta de otra mano de decapante)



Y la foto de la mesita no la pongo, porque creo que la he lijado mal (era raro que no la cagara en algo). Esperemos que el barniz lo tape ^^


jueves, 11 de noviembre de 2010

¡Anda, cuánto tiempo!

Hoy me he levantado en pleno apogeo menstrual, esto es, ovarios en erupción, riñones resentidos, y la cara más hinchada que un globo. "Madre mía, tía, ¿me has visto el jeto?", "Ya..." dice mi hermana. Qué poca solidaridad femenina.

Voy al baño a lavarme la cara. No hay agua. Genial. "Es por una avería aquí al lado, que están haciendo obras", me aclara una vecina. Putamadre. Así que hoy me he lavado la cara y los dientes con Ribes, cosa fina.


(...)


Salgo del metro hacia el trabajo y veo que se dirige hacia mí una antigua compañera de mi trabajo anterior. Ella pintada como una puerta y yo con este careto (ANTIGUA COMPAÑERA 1 - PECOSA 0):

PECOSA: ¡Ey! ¿Qué haces por aquí?
ANTIGUA COMPAÑERA: ¡Anda! ¡Cuánto tiempo!
PECOSA: Pues sí, ¿qué tal todo?
ANTIGUA COMPAÑERA: Bien, bien, como siempre. ¡Ostras, estás más gordita, ¿eh?! [SONRISILLA CABRONCETA]
ANTIGUA COMPAÑERA 2 - PECOSA 0
PECOSA: ¿A que te parto la cara? Bueno, es que entonces estaba demasiado delgada, con el estrés que llevaba... ¡Era un palo con tetas, chica, porque ésas sí que no adelgazan, jajajaj!
ANTIGUA COMPAÑERA 2 - PECOSA 1 (y de las que duelen)
ANTIGUA COMPAÑERA: Sí... Bueno, ¿y estás trabajando?
PECOSA: Sí, hacia allí voy ahora.
ANTIGUA COMPAÑERA: Ah, porque me acuerdo que te fuiste y no te dieron el paro por la movida aquella.
(NOTA: tuve una movida con aquellos ladrones que ahora no viene a cuento. Obviamente me fui y no me arreglaron los papeles del paro) ANTIGUA COMPAÑERA 3 - PECOSA 1
PECOSA: Ya, aunque por suerte encontré trabajo en menos de una semana y mira, ya llevo cinco años. ANTIGUA COMPAÑERA 3 - PECOSA 2
ANTIGUA COMPAÑERA: Bueno, menos mal... ¿Y sigues con el chico aquél argentino?
PECOSA: Sí, sí; llevamos lo mismo que llevo yo en este trabajo, cinco años, así que ya ves...
ANTIGUA COMPAÑERA 3 - PECOSA 3 (una conocida común me dijo que se había separado. A lo mejor es porque ella es un poco zorrón y ya le va bien estar separada, pero yo me sumo un punto porque me da la gana)
ANTIGUA COMPAÑERA: Mira qué bien. Por cierto, ¿sabes que todavía veo al J**** de vez en cuando?
(Nota: J**** es mi ex)
PECOSA: ¿Ah, sí?
ANTIGUA COMPAÑERA: Sí, me pasa a ver de vez en cuando por la tienda.
(Por como lo ha dicho, me lo he tomado como un ANTIGUA COMPAÑERA 4 - PECOSA 3)
PECOSA: Pues ya le puedes decir que me has visto, que estoy muy bien y que a ver cuándo me devuelve el dinero que me debe, que ya es hora.
ANTIGUA COMPAÑERA: ¿Aún no te lo ha devuelto?
ANTIGUA COMPAÑERA 5 - PECOSA 3
PECOSA: Pues no. Anda que no se rascó la entrepierna bien a mi costa, el cabrón.
ANTIGUA COMPAÑERA: Y se la rascaban también [SONRISILLA CABRONCETA]
(NOTA: mi ex me dejó por un tío con el que se liaba mientras estaba conmigo y yo le pagaba el paro como una gilipollas) ANTIGUA COMPAÑERA 6 - PECOSA 3
PECOSA: ... Bueno, que voy a hacer tarde, pedazo de z... Da recuerdos a todas de mi parte.


El mundo está lleno de envidia, desde luego.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Sangre fría, sangre caliente



Un vampiro es una maravillosa contradicción. Rasgos fríos pero atractivos, depredadores sensuales, encandiladores de jovencitas hermosas a las que saborear para llevar a la muerte. Defensores de su raza, enemigos entre ellos si se traicionan.


Románticos y apasionados. Elegantes, bohemios y salvajes.

Nocturnos. Lunáticos.

Barrocos.

Sedientos.

Perfectos.


Me gusta imaginarlos así, vistiendo de forma elegante, con sus blusas, sus capas, sombreros de copa y bastones. Caminando por calles oscuras y húmedas de ciudades oscuras y húmedas. Entrando en lúgubres tabernas en busca de compañía. En busca de presa. Enamorando a cada paso que dan, haciendo que la atracción sea inevitable. Haciendo que el fin sea ineludible.


Sangre somos y en sangre nos convertiremos.


-Bien, ¿a qué te dedicas?
-Soy vampiro





jueves, 28 de octubre de 2010

Yo también estoy de luto

Si una cosa me ha transmitido mi pareja, argentino, en estos años que llevamos juntos es que el peronismo hizo muchas, muchas cosas por el pueblo argentino en su día, y que el peronismo había resucitado en los últimos años de una manera muy positiva.


Si una cosa me ha enseñado es que los informativos informan de lo que quieren, y como quieren.



No hay nada como tener una familia en el otro lado del océano, y amigos argentinos aquí, de este lado; y ver como todos, todos están realmente conmocionados, todos están de luto por Néstor Kirchner, un político que accedió a la presidencia con el menor porcentaje de votos jamás registrado en Argentina y que se ha ganado al pueblo, un pueblo que necesitaba recuperar la dignidad y la confianza.

No voy extenderme con lo que hizo y dejó de hacer, ni él ni su mujer, Cristina Fernández, que ha sido su sucesora en la presidencia. Pero sólo basta ver a la Argentina del 2001 y a la Argentina de hoy. Aquello sí que fue una crisis, y de las importantes. Y en casi diez años la recuperación ha sido increíble, increíble; y lo sé de primera mano. Habrán hecho cosas mal, como todo gobernante, pero otras tantas las han hecho bien, muy bien, y hoy en día el país es otro. Han conseguido la recuperación económica de un país que estaba en quiebra; se fomenta la cultura, la justicia, la educación, la igualdad; condenan los crímenes de la dictadura, de la suya y de la nuestra.

Las imágenes muestran a gente llorando en la calle, dejando flores en la Casa Rosada, reivindicando y defendiendo el modelo político que hay que seguir para que ese país siga creciendo. En estos momentos (allí son las siete de la mañana y está empezando a llover) hay gente que pasa por la Plaza de Mayo con banderas, flores, fotografías...

Una parte de mí siente envidia. Miro el panorama político que hay aquí y siento envidia. ¿Cuándo me va a transmitir alguien algo así, en mi país? ¿Cuándo se va a movilizar la gente por un político, cuando vamos a CREER en un político?


Me estoy alargando más de lo que quisiera, pero es que, por cosas que ahora no vienen al caso, es una muerte que me ha dejado helada y que, espero y deseo, no tenga efectos negativos en el futuro de ese país al que siento tan cercano.

Desde aquí, mis condolencias al pueblo argentino.



miércoles, 27 de octubre de 2010

El paseo más bonito

Recuerdo salir a caminar después de comer aquel picnic familiar. Estábamos en medio de un bosque repleto de árboles, había muchos, altos hasta el infinito y de troncos delgados y estilizados. A pesar de haber tantos, el bosque presentaba un aspecto muy luminoso, incluso diría resplandeciente, como bañado por la luz del mágico y elegante Rivendel. Era como si perteneciera a un mundo de ensueño.

Caminábamos todos por un camino estrecho, haría un metro de ancho; un camino limpio, totalmente definido, de tierra color canela, sin piedras ni hierbas que nos entorpecieran. Nuestros pasos avanzaban uno tras otro como hechizados, mientras admirábamos el paisaje que nos robaba las palabras de los labios y nos dejaba mudos.

De golpe me desencanto, como volviendo a la conciencia, y digo en voz alta: "deberíamos volver, podríamos perdernos". Pero doy media vuelta, miro a mi alrededor y han desaparecido todos. Todos excepto él, que sigue a mi lado. Como si no nos sorprendiera que hubieran desaparecido y no nos importara dónde pudieran estar, nosotros dos reemprendemos el camino de vuelta, volviendo nuevamente a ese estado casi etéreo que nos provoca el bosque. Las cortezas blanquecinas de los árboles los hace sutilmente brillantes a la luz del sol. Miro el césped (el bosque está cubierto de él, hermoso, perfecto) y observo que a medida que avanzamos cada vez es más blanco. Da la sensación de que sus tallos son blancos y verdes a partes iguales. Me agacho para tocarlo y al hacerlo me doy cuenta de que el césped está cubierto de una especie de flores blancas de textura esponjosa, como si fueran comestibles, algo similar a las nubes de chuchería. Aun y así no me como ninguna, pero sí llevo una conmigo.Al rato de caminar llegamos a un valle enorme, en cuyo centro hay una casa. Pero una casa que bien podría ser la Alhambra, dadas sus dimensiones. "¡Vaya...!", no puedo evitar exclamar. "Es La Casa Más Grande Del Mundo", me dice él. "¿En serio?", digo totalmente asombrada. "Sí, es una casa llena de cosas, como las casas normales, pero a una escala coma para ser usadas por gigantes. Todos los enseres que hay en ella son descomunales. Ahora la han convertido en museo". "¡Entremos!", digo enseguida.

La primera sala que hay al entrar en ella es un amplísimo vestíbulo. Justo enfrente, la recepcionista de la casa-museo nos sonríe tras el mostrador. Los techos son tan altos como los de una catedral. Junto al mostrador, se encuentran los baños, el de caballeros a la izquierda, el de señoras a la derecha, y junto a éste, la entrada al museo.
Los muñecos que habitualmente se encuentran en la puerta de cada baño indicando si es éste el de señoras o el de caballeros, en este caso no están en la puerta del baño correspondiente, SON la puerta al baño correspondiente. De hecho, los muñecos, (enormes, gigantes, altísimos) albergan entre sus piernas una doble puerta que conduce al interior de los baños, los cuales "deben tener unos retretes enormes", pienso yo.


(Esquema del vestíbulo, para que se entienda. Las figuras eran doradas, y en relieve, y las paredes del vestíbulo estaban forradas de madera)



Y no recuerdo más.



Ríete tú de Alicia en el País de las Maravillas.

lunes, 25 de octubre de 2010

Hasta los huevos, sí

(Hoy toca macro entrada, lo siento. Eso sí, incluye fotografías, así se hace más amena.)

A mí alguien me está poniendo a prueba los lunes. Empiezo a pensarlo muy en serio. Porque no puede ser que los últimos lunes sean tan intensos, y no precisamente por empezar la semana con un buen polvo, disculpen la vulgaridad.


Porque una se puede levantar con el pie izquierdo, más siendo lunes. Eso pasa. Eso ha pasado hoy. Pero es más jodido cuando una se acuesta con la contractura en el lado izquierdo del cuello (contractura que se inició en el pecho, pasó a la clavícula, de ahí se fue al hombro derecho, bajó hasta el brazo derecho, subió hasta el lado derecho del cuello, pasó por la parte cervical y ahora ha decidido ver qué tal se está en el lado izquierdo del cuello. Y todo por estornudar mal. Nunca infravaloren un estornudo, puede ser un arma más letal que la bomba atómica).


(La contractura)


Una se acuesta con la contractura en el lado izquierdo del cuello, decía, y se levanta con la contractura algo más relajada, pero al ir a la cocina a hacerse el café ve que su cocina es un campo de batalla (voy a omitir la foto de la cocina). Veo el panorama y lo primero que pienso es que Hermana Que Ahora Tiene Vida Social Y A Veces Se Toma Unas Copas En Casa Antes De Salir De Fiesta y Novio Que Como En Su Casa Friega Los Platos Al Día Siguiente Pues En La Mía También quizás se hayan confundido y piensen que Pecosa es la Mami Que Recoge Toda La Mierda. Error. Habemus mosqueo.

Así que con todo el calentón matutino previo al café (lo cual además implica calentón por mil) he decidido dejar una nota para los habitantes de la casa en la pizarra de la cocina. Nota que he reescrito unas ocho veces a medida que me iba calmando.


(Este mensaje, que al final ha quedado hasta demasiado kumbayá, dista mucho del primero que había escrito, bastante más destroyer)


Una vez (más o menos) calmada, me visto. Hace unos días cambié ya la ropa de verano por la de invierno, así que durante la semana he ido incorporando a mi vestuario prendas que no veían la luz desde hace meses. He cogido unos pantalones y he buscado el cinturón que suelo usar con ellos, porque me van un poco anchos de cintura.

Hoy no he necesitado el cinturón.

(No se si se aprecia, pero me va justo de entrepierna y caderas. Lo cual significa, sí, que he engordado. Y eso que aún no he empezado a meterle caña a las habichuelas, habituales en casa durante la época invernal)


Mosqueo in crescendo.


(A la mañana hay que sumarle las tocadas de pelotas del trabajo, las cuales voy a omitir para no alargar más aún la entrada.)


A mediodía me tocaba sesión de depilación láser con mi hermana, que se lo curra mogollón y me hace muchas cosas que no me cobra, y lo que me cobra, me lo cobra con descuento. Cosa que no justifica que me queme las piernas.


(Ahora se ha calmado el dolor, pero ardían la hostia. “Últimamente estamos quemando a un montón de gente, jajajaj”, me dice la muy perra)


Una vez finalizada la tortura, nos vamos a comer un menú por ahí porque no nos da tiempo de pasar por casa. A mitad del primer plato me llama Ratman histérico porque las llaves de su casa (las únicas copias que tiene, muy inteligente) las tengo en mi bolso y se tiene que ir para allá y no se puede ir porque no tiene las llaves porque están en mi bolso. Con lo cual he tenido que comer más rápido que mi perro cuando le poníamos paella e irme por patas a llevarle las llaves.


(Las putas llaves)


Uff...


Qué queréis que os diga, los lunes por la noche tengo yoga (ahora hago yoga, por eso de la relajación y tal, aunque no sé yo si me sirve de mucho), pero hoy creo que paso de todo y me voy a mi bendita casa, a darme un duchón y a quedarme totalmente inútil hasta mañana, que será otro día. Coño ya.

lunes, 18 de octubre de 2010

Patapám

Hoy es uno de esos días que cuando suena el despertador no te lo puedes creer. Te da la sensación de que te acabas de acostar, de que no has tenido fin de semana y no concibes que empiece la (puta) semana otra vez.

El café mañanero no me ha servido de nada, ni el antiojeras, ni el decir "voy a ponerme mona, que así el día pasa más ameno" (cosas de mujeres); voy zombi perdida, y tengo cara de no haber dormido en toda la noche.


Zombi o no zombi, hay que ir a trabajar. He bajado a la calle con el bolso, la mochila con el portátil dentro (tengo que hacer un panfleto para la tienda ¬¬), el termo y una carpeta (la entrada de hoy iba a ser sobre lo que contiene la carpeta, pero casi que lo dejo para otra ocasión). Parecía que iba al cole, con tanta cosa. Caminaba y escuchaba como dos señoras delante mío comentaban que "esta mañana hacía mucho frío, más que ahora", y yo pensaba en que "joder, ¿a qué hora se levantan las marujas? Para mí esta mañana es ahora...". Mientras tenía estos pensamientos tan profundos y trascendentales, he sentido como mi pie derecho resbalaba y toda yo caía a cámara lenta sobre mi lado izquierdo. Mientras caía, pensaba "controoola, controoola... No, no puedes, te vas a caer". Y me he caído al suelo, ahí, en plena calle comercial, un lunes, a las diez de la mañana. Comentar también que llevo desde el sábado con una contractura en el cuello, gracias. (Tranquilos, no me he hecho daño, he caído sobre la mochila, el termo, la carpeta y el bolso).

Un chico en bici y una señora se me han acercado al instante preguntándome si estaba bien, mientras yo decía en voz alta, ignorándolos: "¿¿pero con qué me he resbalado??". Y entonces he visto un trozo de fruta medio aplastada a un metro de mí, aún tumbada en la acera, pasando de la señora que me recogía la carpeta y el termo e intentaba ayudar a levantarme. La fruta es sana, dicen. Los cojones, la fruta mata.

"Tendrías que mirarte la tensión, hija", me dice la señora. "Ah, no, mujer, si ha sido un resbalón...". "Es que hay que irse mirando la tensión...". "No, no, señora, me he resbalado con una fruta, y yendo tan cargada pues me he ido al suelo". "Aaah, vale... Si es que las mujeres siempre vamos cargadas". Yo siempre voy cargada, sí, pero hoy más.


Voy a aprovechar para actualizar la columna de las torpezas de la derecha, que hacía tiempo que no me caía. (Aprovecharé también para añadir a la columna que el otro día se me cayó un cepillo de dientes al water).

En fin, que ha empezado la semana. Feliz lunes.

jueves, 14 de octubre de 2010

Llamémosle fase

Nunca me he considerado un Don Simón. Ojo, que no le pasa nada al Don Simón, pero vamos, que hay vinos mucho mejores. En cualquier caso, yo no me he considerado un Don Simón nunca. Lo cual no quiere decir que vaya de Faustino V, no confundamos. Eso es lo que quizás diría mi madre. ¡Para mí siempre fue un Faustino! Todas las madres creen que sus hijos son Faustinos. Pero vamos, que yo no voy de guays.

No obstante, me veo como vengo últimamente. Vengo adonsimonada. Sí, si que vengo así, sí.


Desde que vine de vacaciones, estoy tomando mate todos los días. Una bebida que acompaña, despierta y además es muy sana y tiene antioxidantes (me habrá desoxidado otras cosas, pero la cabeza va a ser que no). En estos días (o más bien debería decir semanas, me parece) se me va oxidando el pequeño viñedo en el que cuento (contaba) cosas. Ni con una capa de minio arreglo esto.

Será una fase, digo yo. De ésas que de vez en cuando surgen y una sin darse cuenta hace un paréntesis de tiempo indefinido (un día, una semana, un mes; vaya usted a saber). Más que hacer paréntesis, hace cuando le viene, no cuando piensa "joder, tengo que servirles un poco de vino a esta gente o van a pensar que me ha tocado la Primi y me he ido a tomar viento". Pues no. La semana pasada me tocó el reintegro (1 euro), así que sigo aquí, pero en "Ausente", como se suele poner en el messenger cuando estás pero no estás.




No es un cierre. Si quisiera vender las tierras habría puesto un anuncio ya, pero no es el caso. Sólo que la cosecha no ha sido muy buena este año y, siendo éste el caso, aún me hago cruces de cómo ha llegado gente nueva a catar lo que humildemente se ofrecía y se han ido quedando por aquí, a tumbarse un rato bajo la parra y tomarse una copita, o picotear unas uvillas. Y de cómo esos veteranos que me conocieron en fase más avivada siguen pasando por estas tierras, de cosechas algo sosas en los últimos tiempos.


Adonsimonada, decía que ando. Que podría decir agilipollada y dejarme de tonterías, pero una es muy fina cuando quiere.


Y dado el caso de esta (llamémosle) fase de la cual sólo sé que no sé nada, si me permiten, dejo aquí unas botellas. De las de antes.


martes, 28 de septiembre de 2010

¿A alguien le sobra un tocadiscos?

El pasado verano (porque sí, el verano ya es pasado) me dio una neura como hacía tiempo que no me daban. Esta vez la cosa consistía en salir a comprar vinilos.

No suelo tener neuras consumistas, pero cuando me da el venazo por algo no hay manera de echarme para atrás. (Aún recuerdo aquel año que me quería ir de rebajas al centro, me caí rodando por las escaleras del metro y me partí la crisma, pero daba igual. No importaba que fuera coja y me hubiera dejado las muñecas, la espalda y las rodillas -aún no sé cómo no me dejé los piños- en los escalones, me fui al centro igualmente. Por mis cojones).

El caso es que hace tiempo que tenía ganas de recuperar ese sonido tan fantástico de los vinilos, así que me recorrí las tiendas de música de la calle Tallers y volví a casa con esto:


El problema es que no tengo tocadiscos, algo primordial a la hora de querer reproducir discos. La idea era comprarlo para Navidades, aunque fuera de segunda mano, pero es que llevan un par de meses en la estantería aún con el plástico, y yo soy una impaciente y no veo la hora de que lleguen las Fiestas para poder reproducirlos (sí, detesto que se haya acabado el verano pero joder, que lleguen las Fiestas ya que quiero mi tocadiscos).

Así que, ¿alguien tiene alguno de sobras? Ya sabéis, que tengáis dos y uno no lo uséis, eso que suele pasar con los tocadiscos. Os pago el billete a Barcelona si me lo traéis. No necesito altavoces.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Encefalogramas planos

Pecosa ¿Porqué siempre que escribes un comentario lo terminas con la coletilla "jeje"?
Ayer a las 16:53
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Hermana de Pecosa
Jajaja y eso a que viene??? Pues porque soy una chica feliz y risueña! "JEJE"
Ayer a las 16:57 · Me gusta

Hermana de Pecosa A todo esto, estás aburrida no??
Ayer a las 16:57 · Me gusta

Hermana de Pecosa Jeje
Ayer a las 17:05 · Me gusta

Pecosa Ja
Ayer a las 17:05 · Me gusta

Pecosa Jaja
Ayer a las 17:05 · Me gusta · 1 persona
Hermana de Pecosa Joer tia.. cada día stamos peor...
Ayer a las 17:08 · Me gusta

Pecosa Sep.
Ayer a las 17:09 · Me gusta · 1 persona

Uno que no sé quién es Eooooh!! Reírse con un (JeJeJe...!!) es reírse por lo bajini y con cierta depre!! xD
Hay que reírse con (JaJaJa...!!, HaHaHa...!!:)
Que conste que eso me lo han dicho un montón de veces!! Hahahaha...!! :P
Hace 17 horas · Me gusta

Hermana de Pecosa Depre?? no no entonces no debe ser mi caso... Solo me rio con "jajaja" cuando es algo muy gracioso, en plan me descojono o algo asi...
Hace 8 horas · Me gusta

El vecino Yo pongo juas juas
Hace 45 minutos · Me gusta

Hermana de Pecosa Jajaja es cierto
Hace 44 minutos · Me gusta

Pecosa El juas juas mola. Y el muahahaha, así cuando es de mala y tal.
Hace 38 minutos · Me gusta

El que no sé quién es ‎...y el (Jah! Jah!)
A ver si va a salir la fauna de los risas xD
Hace 30 minutos · Me gusta

Pecosa Ésa es como la de las hormigas de El Hormiguero, ¿no? ¡Jah! ¡Jah! ¡Jah! ¡Jah!
Hace 29 minutos · Me gusta

El que no sé quién es No se, pero un amigo lo dice bastante así... ¡ɥɐɾ ¡ɥɐɾ ¡ɥɐɾ :)
Hace 29 minutos · Me gusta · 1 persona

Pecosa ¡Jajajajaj!
Hace 28 minutos · Me gusta · 1 persona

El que no sé quién es Jui!!! Jui!!! Jui!!! Jui!!!
Hace 26 minutos · Me gusta · 2 personas





Por eso no posteo. Porque así está el patio.
Hace pocos segundos · Me gusta