martes, 28 de abril de 2009

Al final, la esencia es la esencia

HERMANA: - ¿A qué hora empieza la final de Fama? - sí, nos hemos enganchado al reallity este...
PECOSA: - A las diez.
HERMANA: - Pongo mientras tanto el Barça-Chelsea, ¿vale?
PECOSA: -????
HERMANA: -Tía, que es el Chelsea... No sé lo que es un fuera de juego pero sé que el Chelsea es el Chelsea...
PECOSA: - Ah... Eso es que tienes un novio secreto futbolero.
HERMANA: - Que nooooo...



Perlas soltadas durante la primera parte:

- Córner es cuando sobrepasas la línea, ¿no?
- ¡¿A quién coño le importa la película que van a dar luego?! ¡Que estamos viendo el partido, hombre! ¡¿No lo pueden poner en los anuncios, simplemente?!


Al rato...

- Con lo bueno que está Valdés, ¿para qué se rapa el pelo así?

- Es mono, el Xavi, ¿eh?

- Qué miedo da la cara del Alves este...

- ¡Messi se ha cortado el pelo!

- ¿Márquez aún está con la Jaydy Mitchell?

- Eres un poco unicejo, ¿no? (dirigiéndose a un jugador del Chelsea)

jueves, 23 de abril de 2009

La espina de la rosa

HERMANA: - Hoy por la calle me han llamado puta.
PECOSA: - ...

A falta de pan, buenas son rosas

Del trabajo a casa me habré cruzado con diez paraditas de rosas. Al cruzar el semáforo que lleva a mi calle, escucho a un renacuajín de unos seis años gritar "¡Compren rosas, compren rosas!". Me dirijo a la paradita y le pregunto al padre:

PECOSA: - ¿A cuánto las vende?
VENDEDOR DE ROSAS: - A 4€, guapa.
RENACUAJÍN: - ¡Compre una rosa, compre una rosa!
PECOSA: - Venga, que me llevo una, pero sólo por esta niña tan simpática.
VENDEDOR DE ROSAS: - Es un niño, es un niño.
PECOSA: - Ah, pues un niño muy moderno, con ese pelo tan largo y bonito... -ha sido lo primero que me ha venido a la cabeza decir- Oiga, ¿y no pueden ser 3€? Es que no llevo más... Mire, no le miento.

Saco mi monedero de palmo y medio y lo abro, dejando a la vista el sinfín de tarjetas Caprabo, Yves Rocher, Etam y demás porquerías que no uso nunca; los papelotes con notas y la mierda -en definitiva- que llevo en el monedero y le saco 3,07€ que tenía sueltos, todo lo que en ese momento llevaba encima.

VENDEDOR DE ROSAS: - Venga sí, guapa, pues 3€, no se hable más.
PECOSA: - ¡Muchas gracias, caballero!

Y, después de mi regateo a lo "me creo que estoy en Marrakech", me he llevado una rosa roja la mar de maja para mi hermana.


Y es que de las fiestas comerciales (las cuales me parecen todas una bobada), si hay una que se gana mi cariño es Sant Jordi. Barcelona saca su lado más hermoso, llenándose sus calles de paraditas a rebosar de libros y rosas de todos los colores, aunque las más solicitadas son las rojas.






El día además acompaña a pasearse por las Ramblas (al que sea valiente y paciente, porque se pone hasta las cejas de gente). Hace un calorazo... El lorenzo está de lo más potente. Hoy me sobra la camiseta, los tejanos y la piel.



Qué bonito, qué bonito. Una maravilla.

lunes, 20 de abril de 2009

Artículos de limpieza

Inventario de artículos de limpieza hallados en el armario destinado al almacenaje de estos enseres de la tienda en la que trabajo temporalmente:

- 1 escalera de aluminio
- 1 escalera de madera
- 1 recogedor
- 1 escoba (llena de pelusa)
- 1 mopa (sucia)
- 1 fregona (negra)
- 1 spray para parquet (el suelo es de baldosa) casi vacío
- 3 trapos para el polvo (llenos de ídem)
- 1 caja de cartón con:
  • 1 "Dispositivo mandibular que aumenta el calibre de las vías respiratorias durante el sueño", o sea, un aparato de plástico (como el de los boxeadores) para no roncar.
  • 3 cajitas de "solución salina para lentes de contacto" (formato de 30 envases monodosis por cajita)
  • 1 "Bañera ocular"
  • 1 bolsa de calor desechable
  • 1 tubo de vaselina de 30 mg.
  • 2 tubos de "Gel para la prevención y tratamiento de molestias vaginales" de 5o ml. (incluye pequeño aplicador)
  • "Crema de uso local para estimular el deseo y aumentar el placer sexual de la mujer" (hallados un frasco de 30 ml. y dos cajitas con 6 sobrecitos monodosis cada una)
  • 1 tubo de 10 tabletas efervescentes (tipo Couldina) "para fluido de duchas vaginales"
  • 1 aplicador para duchas vaginales (de color lila e innegable forma fálica)

La tienda estaba como una pocilga, pero los ojos, lentillas y vagina de esta muchacha deben estar como los chorros del oro.

viernes, 17 de abril de 2009

Tonto el último

Ayer, mientras saciaba mi insomnio por Internet, acabé (aún no sé ni cómo) leyendo lo siguiente en la Wikipedia:

"El primer chorro, con una velocidad superior a 50 km/h (O_O!!), puede tener energía para alcanzar más de 2 m."

Piensa mal y acertarás. Sí, va de esto.



Se me ocurren mogollón de interesantes y entretenidas competiciones a raíz de esto: test de velocidad, salto de longitud, premio a la trayectoria más definida y limpia...

Tacones (y otras dudas) reales

¿Por qué la princesa Letizia lleva siempre zapatos de tacón de palmo y medio?

¿Es que se le han subido los humos desde que es borbona y "no toca de pies al suelo"?

¿Es protocolario llevar tanto tacón?

¿Estará herniado el príncipe y le habrá dicho a la Leti: "o estás a mi altura, o no me agacho más para darte besos con lengua"?

...

¿Se darán besos con lengua?

...
...

¿Y cómo debe ser cuando la princesa se le presente en el dormitorio con un picardías y...

¡Bueno, basta! Imaginar a la familia real intimando es como cuando una se imaginaba a sus padres en la cama. Qué repelús...

jueves, 16 de abril de 2009

Crónica climatológica

El día de hoy en Barcelona ha sido, climatológicamente hablando, de lo más normalito:

Me levanto y miro por la ventana, como cada día desde que ha empezado esta primavera loca. "Mira qué bien, hace un poco de solecico..."

A las once ya estaba nublado. "Ya estamos..."

A eso de las doce, doce y algo, viene una mujer a pedir un presupuesto. Me comenta, entre otras cosas, que nunca va a la peluquería pero que hoy ha ido, dado los pelos que llevaba (la mujer presentaba una melenita visiblemente recién alisada).
A los diez minutos la tienda se oscurece repentinamente. Miro al techo, pero veo que todos los focos siguen funcionando. La luz que falla viene de afuera. El cielo está gris. No, TODO está gris. Un gris muy extraño, como si le pusiéramos un filtro grisáceo a una fotografía. La mujer sale con su presupuesto a la calle mientras dice: "va a caer una tremenda", y piensa "el alisado a la mierda".
Me siento en mi silla. A los dos minutos, y de golpe, un ruido escandaloso viene de la calle y envuelve la tienda. Alguien golpea los cristales desde fuera. Levanto la vista sobresaltada.
Es una granizada. Una granizada del copón. Caen del tamaño de garbanzos. Los conductores parados en el semáforo miran el cielo anonadados. En el bar de la esquina, todos corren hacia la cristalera. Mire a donde mire hay alguien llamando por teléfono o echando una foto con el móvil.
Tres minutos. En tres minutos se ha quedado todo blanco. Entonces, ha parado en seco. Alucinante.

A medio día voy a comer con las compañeras. Caían cuatro gotas antes de entrar al restaurante.
Después del café, volvía con la chaqueta en la mano al trabajo: un sol acojonante.

Por la tarde se nubla.

Cuando salgo de trabajar, viento.



Creo que me estoy volviendo loca.

miércoles, 15 de abril de 2009

Master en comercio

Salgo del trabajo y, antes de ir para casa, entro en una tienda de electrodomésticos. Me acerco al mostrador y, mientras miro cuál de las batidoras (las de hacer batidos) voy a comprar para mi amiga, escucho la conversación que mantienen la dependienta y la mujer a la que está atendiendo:

DEPENDIENTA: - Pero cómo era: ¿de plástico o de metal?
CLIENTA: - No, no, de plástico no. Era metálica, acero inoxidable o algo de eso. Es que me quedaban unos bikinis de lo más ricos. La compré aquí hace tiempo...

(Deduzco entonces que están hablando de una sandwichera)

DEPENDIENTA: - Es que ese modelo ya no lo hacen, sólo tengo los que te enseñaba antes. Ahora, tengo una cosa que te va a ir de perlas.

La dependienta coge una escalerita, se sube y alcanza del último estante una caja de setenta de ancho por cuarenta de alto y veinte de fondo. En la cara frontal, la fotografía de una parrilla de esas eléctricas (muy parecida a ésta). La deja en el mostrador ante la cara estupefacta de la clienta (y la mía) y dice:

DEPENDIENTA: - ¿Esto? Esto es una maravilla.
CLIENTA: - Ya, pero claro...
DEPENDIENTA: - Mira, fíjate: tiene un lado liso, para hacerte los bikinis a la plancha, y otro lado con relieve, como para hacértelos a la parrilla. Puedes usarlos independientemente, cada uno tiene su propio regulador térmico y...
CLIENTA: - Ya, pero es que es muy grande, no necesito tanto...
DEPENDIENTA: - Nada, mujer, si es todo corcho, todo corcho. La parrilla no es tan grande.
CLIENTA: - De todas formas, para hacer unos bikinis creo que es demasiado...
DEPENDIENTA: - Bueno, nada, si te lo repiensas...
CLIENTA: - Vale, gracias...

Y se va, algo asustada a mi parecer. Realmente, la parrilla era la caña, y sólo valía 49€ (la que le compré a Ratman para los asados en casa me costo 20€ más, y no tiene el doble regulador ese tan chulo); pero claro, para unos bikinis...

Cuando le pregunto por las batidoras, se limita a decirme "éstas tienen el recipiente de plástico y éstas de cristal". Ante tan completa información, le pregunto, señalando dos de las de cristal:

PECOSA: -Y entre esas dos, por ejemplo, ¿qué diferencia hay?
DEPENDIENTA: - Ésta es Fagor.

La verdad, así también vendo yo.

Mil argumentos para vender una parrilla a quién busca una sandwichera y a mí sólo me sabe decir lo que ya ven mis ojos.

martes, 14 de abril de 2009

La llave que se fue de Semana Santa y no quiso volver a trabajar

Partimos de la base de que dispongo de varias llaves del trabajo unidas por una arandela y atadas a un llavero. Como es habitual, vamos.


Bien. A partir de ahí, relato los hechos como lo haría en un interrogatorio policial con un foco iluminándome el careto:

Me levanto esta mañana, me visto, me tomo un café más cargado de lo normal (la vuelta al curro y esas cosas) y me dirijo al trabajo. Antes de ir hacia la tienda, paro en el bar de la esquina y me pido uno con leche para llevar. Cruzo la calle, abro el bolso, saco las llaves y busco la de la tienda en la que estoy ahora (Nota de la que Escribe: me han trasladado temporalmente a otra tienda en la que no tengo compañera). La llave no está. Miro dentro de la tienda, por si la dejé sobre la mesa. No la veo.

Vuelvo a mirar el manojo de llaves. Sigue sin estar.

Saco el manojo de llaves de casa. Miro a ver si está ahí (como si la llave pudiera ir de un llavero a otro...). Obviamente no está. Le quito la tapa al café, le hecho azúcar, lo remuevo y le doy tres sorbos seguidos. Vuelvo a revisar los dos manojos de llaves. Nada. Es ahí cuando me siento en el escaloncito de la puerta de la tienda y empiezo a vaciar el bolso. El obrero que contaba unos sacos de arena en la acera me miraba cada vez más anonadado.

Desisto. Llamo a mi encargada y acabo en casa de la madre de la dueña de la tienda (que daba un poco de miedo, dicho sea de paso) para que me dé una copia de la llave.

Logro entrar al comercio y reviso cajones varios. Ni rastro.

Llego a casa y busco y rebusco. Como diría aznar, cero patatero.


Siendo consciente de que lo que estoy contando puede resultar una gilipollez más grande que la copa de un pino y no interesar a nadie, juro que a mí me ha dejado perpleja para el resto del día. Con lo cual, como el hecho me supera considerablemente y mi raciocinio se ve abrumado por la situación, declaro el día de hoy como inexistente. Esta noche tendré mi nueva copia recién sacada del cerrajero, devolveré la que me han prestado, y mañana todo volverá a ser como antes.

Si Papuchi levantara la cabeza diría: raro, raro, raro...

domingo, 12 de abril de 2009

Chasco

Ha sido un invierno larguísimo.

Y más largo se ha hecho esperando la nueva temporada de MotoGP. Este año empezaba más tarde que de costumbre.

Hoy se inauguraba el mundial en Qatar, dónde sólo llueve tres o cuatro días al año.

Será que no hay días, me cago en diez... Hoy va y llueve. Con lo cual, 125c.c ha durado cuatro vueltas. La carrera de 250 c.c la han reducido a 13 vueltas, pero al menos han corrido. Al iniciarse la de MotoGP ha empezado a diluviar de lo lindo. Tanto que han anulado la carrera.

Ahora mismo tengo ganas de romper algo.

miércoles, 8 de abril de 2009

Que alguien le tape la boca de una vez

Porque es que cada vez que la abre, suelta una más grande. Hoy:

"Tienen todo lo que necesitan: atención médica, comida caliente ... Por supuesto, su vivienda actual es muy provisional, pero con razón, deberían tomárselo como un fin de semana de campamento".

Silvio Berlusconi


¿Va de graciosillo o cuál es su problema? Ayer proponía a los afectados por el terremoto que se fueran a la costa a descansar, que "el Gobierno paga". Aaaaaah, pues nada oye, qué más dará todo lo que hemos perdido (incluidos familiares y amigos) y el susto que nos hemos llevado. Vamos para la costa toscana y alegría hombre, que son cuatro días.

Hoy, para más inri, hace el comentario del camping. Qué chispa, de verdad. Qué simpático.

Es de vergüenza. Que se vaya él de vacaciones de Semana Santa al campamento con los damnificados, con un par de huevos. Tan chulito que es.

Fantasma.

martes, 7 de abril de 2009

Patinaaaaaa, patinaaaaa, patinaba una chica en Parííííís...

Llega un momento que una piensa: "pues podría...". Y a partir de ahí la posibilidad existe, es palpable.

En un momento dado, se presenta la ocasión de hacerlo. Y, por suerte, sabes que no estás sola...

Y sí, lo haces:

Te vas a patinar en rollers.


Y oiga, resulta que para ser lo pato que es una con los deportes y no tener ni pajotera de patinar, pues no estuvo mal. Fue divertido, hasta pillé velocidad a ratitos.

Y no me caí.
...
Bueno, una. Pero no fue culpa mía. Que nooooo.

Y además hicimos alguna bajadita, y fuimos por la calle hasta llegar a casa y subimos un pedazo de cuesta (agarrándonos a todas partes, pero la subimos). Y todo sin saber frenar. Porqué no sabemos. Pero es igual, eso es lo de menos, hombre. La gente colabora, una abuela me dijo: "¿te empujo, niña?", y yo le contesté: "no, señora, que tengo que aprender". Se reía. Claro, que va a hacer la buena mujer. Era para grabarnos.


Total, que ya sé que voy a hacer en Semana Santa.

viernes, 3 de abril de 2009

El que le puso el nombre se quedó a gusto

Anoche teníamos la tele de fondo en casa. Estaban dando anuncios. De repente escucho de fondo: "y mea esto, y mea lo otro...". Me llama la atención, obviamente, y me quedo mirando. El anuncio corresponde a unas pastillas para la menopausia que ayudan a mantener la línea (???).

No lo entiendo ni yo. El producto se llama YMEA SILUETA, y es para mantener la línea (a base de mear, deduzco) cuando una está en edad menopáusica. Por lo que he leído, ayuda con los sofocos menopáusicos y ese tipo de cosas y, de paso, cuida la línea.

Sigo sin entenderlo, porqué además el anuncio está hecho con el ojete, no explica nada.

http://www.youtube.com/watch?v=_5pEvRfFOMk


Y digo yo, ¿No había un nombre más fino para ponerle al medicamento? De acuerdo que Ymea es fácil de recordar, por asociación de ideas y eso, pero...

¿Qué será lo próximo: un laxante llamado Ycaga?

miércoles, 1 de abril de 2009

Ufff...

La compañera que tenía el año pasado:

CLIENTE: - Porque había pensado en hacer el mueble de este color y con tal tirador...
COMPAÑERA: - Eeeeeeeeeesactamente...
CLIENTE: - ...y claro, como la habitación es oscura...
COMPAÑERA: - Eeeeeeeeee...
CLIENTE: - ... pues así le dará más luz...
COMPAÑERA: - Eeeeeeeee...
CLIENTE: - ... y quedará más ligero.
COMPAÑERA: - Eeeeeeeeeesactamente.



La compañera que tengo actualmente:

CLIENTE: - Claro, la idea es hacer algo muy simple...
COMPAÑERA: - Exacto... Exacto...
CLIENTE: - ...porque es para una habitación secundaria...
COMPAÑERA: - Ahááááá...
CLIENTE: - ...y tampoco me interesa algo muy complejo...
COMPAÑERA: - Sííííí.... Ahááááá... Exacto...
CLIENTE: - ... para que la cosa no me encarezca.




¿Será que soy yo, que vendo de forma distinta, o mis compañeras (estas dos en concreto) son un tanto plastas?

¿Es necesario interrumpir la explicación del cliente constantemente con tics lingüísticos que no aportan absolutamente nada a la conversación y, dicho sea de paso, estresan?



En momentos como estos, no puedo evitar dejar de dibujar y mirar al techo. Soy incapaz de concentrarme.