Me levanto. Tengo sueño.
El motor del tren se oye más de lo normal, me va despertando.
Apenas saboreo un poco el café, mi cigarro a medias. Llaman al timbre. Primer cliente y queja. Discusión (diplomática, pero discusión). Café frío y cigarro consumido. No soy yo sin mi café.
Teléfono. Teléfono. Más teléfono.
Camino por la Gran Vía. Huelga de transporistas. Motores. Cláxon. Más cláxon. Una moto con dos jóvenes acelera, un coche en el cruce acelera más. Pam. La moto al suelo, por suerte se levantan ambos. Cruzo la calle. Una sirena. La Policía.
Llego de nuevo al trabajo con dolor de cabeza. El mismo cliente de la mañana. Más de lo mismo. Y más teléfono, y más clientes.
Por fin, me tomo un analgésico media hora antes de plegar. Me fumo un cigarro.
Ya estoy en casa. No hay nadie. Silencio.
No hay que molestar a la gente cuando está tomando su primer café.
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