miércoles, 22 de octubre de 2008

Chupetes

Como ya sabéis los que me leéis desde hace algun tiempo, últimamente estoy rodeada de embarazadas, bebés, conversaciones de niños, partos y mamis.

El caso es que, lo quiera una o no, empiezan a venir a la mente pensamientos. Claro, una está rodeada, y sin escapatoria, y sólo ve bebés. Es como una secta: te van lavando el coco hasta que eres uno de ellos.

Iba el lunes hacia el trabajo caminando y empecé a pensar, como quién no quiere la cosa, en bebés (por lo que digo, que me han lavado el seso). "-Claro, es que, realmente, estoy más cerca de los 28 que de los 27, como quién dice... Bueno, si de cara al año que viene, me voy a vivir con Ratman, bueno, pues unos añitos solos los dos para disfrutarnos... Pero, claro, tampoco pueden ser muchos, porque si quiero (y puedo, por supuesto) tener dos, pues preferiria tener dos... Y no voy a esperar a los 40, claro...". Todo esto, lo pensaba tranquila, sin agobios, mientras caminaba. En esto que por el rabillo del ojo veo que estoy a punto de pisar algo del suelo; y, temiendo lo peor, esquivo eso que había en el suelo. Cuando lo vi, me lo quedé mirando durante unos segundos. No entendía nada. Era un chupete.

"-¡Eso es una señal, mujer!", me dice la compañera del trabajo cuando se lo cuento. "-¡Los cojones!", le digo yo.


Por la noche, después de la clase de flamenco a la que voy con mi amiga, nos vamos a cenar. Le cuento mi anécdota y veo que se le dibuja una sonrisilla picarona. Me la quedo mirando: "-¿Qué?", le pregunto. Busca en su bolso, deja algo sobre la mesa y me lo acerca, arrastrándolo con su dedo índice. Me lo miro, incrédula. Un chupete. Mi cara debía ser un poema. "-¿Qué es eso?", pregunté con tono de me tomas el pelo. Me contó que no sé quién le había dado un par o tres, por si los quería de llavero (??), y pensó en darme uno a mi.

Mi madre dice que se me ha despertado el instinto maternal.

...

Creo que me estoy volviendo loca. Y Ratman ya me mira raro. "-Últimamente hablas mucho de bebés...". Pobre. Los tiene por corbata.

5 comentarios:

oxalus dijo...

¡Pobrecico mío! ¡Ya se está viendo con ratitas correteando por la casa!

Ains ... ¡le tenemos miedo a estas cosa la verdad! ¡pero luego somos unos padrazos! ¿que no?

En fin, a lo que iba ... ¿vas a clases de flamenco? ¡¡chupi!! Dí que sí prima, haciendo país, qué cojones.

Me despido a ritmo de

1,2,3 - 4,5,6 - 7,8 - 9,10 - 1,2
1,2,3 - 4,5,6 - 7,8 - 9,10 - 1,2
1,2,3 - 4,5,6 - 7,8 - 9,10 - 1,2
1,2,3 - 4,5,6 - 7,8 - 9,10 - 1,2

¡Un beso, prima!
¡¡Ja, ja, ja, ja, ja!!

Pecosa dijo...

Que así no es, hy que decirlo así:

UN DÓ, UN DO TRÉ, CUATRO SINCO SEI, SIETE OSHO NUEVE DIÉ
UN DÓ, UN DO TRÉ...

¡¡Jajajajaj!! Aunque la profe que tenemos es catalana, y cda tanto ella va diciendo:

UN DOS, UN DOS TRES, QUATRE CINC SIS, SET VUIT NOU DEU...

Para matarla, mira. Pero sí, muy guay el flamenquillo. Una se ve de un guapo con los tacones, la falda y los gestos... Si es que la sangre, tira, como dice mi abuela.

En cuanto a los padrazos... Habrá que verlo, que hay mucho personaillo. Ahora, el que es padrazo, lo es con todas las letras.

¡Ea, chiquillo, otro pa ti!

oxalus dijo...

¡Poh ezo! ¡Zalú!

vittt dijo...

simplemente
http://www.youtube.com/watch?v=3rbWoeUg9yo&feature=related

Pecosa dijo...

¡Jajajajaj! ¡Pero qué sevillana más graciosa, por favor! ¡Y qué ganas dan de ponerse a bailarla, así sin saber ni nada!

Qué chico más chistoso, de verdad.