lunes, 5 de enero de 2009

No hay dos sin tres

En un principio, esta Noche de Reyes me daba lo mismo, puesto que no iban a haber regalos. Por suerte tengo un sol de hermana, y hoy cuando me he levantado, tenía un regalito para mí, otro para Ratman y otro para los dos. A ella le han dejado un paquetito los Reyes Majos holandeses, puesto que ayer Ratman y yo volvíamos de nuestro regalazo particular: tres días en Amsterdam.


Llegamos de Amsterdam a las dos del mediodía, sin embargo hasta ahora no me he visto con ánimos de escribir sobre ello. Y es que cada vez me cuesta más concienciarme del fin de las vacaciones en general; y de que estas vacaciones prácticamente se han acabado en particular. Hoy, más que el Día de Reyes, para mí será el día de reflexión para mentalizarme de que mañana empiezo a currar de nuevo. Ais...

Pero sí, me dí un regalazo (con lo cual, de rebajas nada de nada) y me fui a Amsterdam con Ratman, suficiente para conocer lo primordial de la ciudad, esto es: centro, cofee shops, sexo y mercado de las flores.


Los intentos a museos varios fueron fallidos (la ciudad estaba abarrotada de gente y a uno se le quitaban las ganas de hacer colas de infarto en la calle estando casi a 0º, que queréis que os diga), y la gastronomía holandesa tampoco llama la atención: hay todo tipo de restaurantes, todo tipo. Excepto el holandés. No existe. Así como en el centro de Barcelona te hinchas a ver carteles de paellas, tapas, etc; en Amsterdam nada. Restaurantes chinos, tailandeses, italianos, españoles, argentinos, mejicanos, ingleses... Pero ni uno holandés. Bah, haberlos debe haberlos, pero no se promocionan precisamente, que digamos.

En fin, que le sacamos jugo a lo que teníamos que sacarle jugo. Porqué no fue un viaje turístico. Fue un viaje de relax. Y como buen relax, nos hartamos de visitar coffee shops. Como está mandado. Y es que una de las cosas que uno percibe cuando va a Amsterdam son los olores. Amsterdam huele a marihuana. Y a patatas fritas (van todos como locos comiendo patatas fritas por la calle). Es sabido que si uno fuma marihuana, es muy probable que se le abra el apetito. No sabéis lo que son los escaparates de las panaderías, colmados, fast foods... Entra todo por los ojos. Y saben que los turistas fumamos, y que por lo tanto, vamos a consumir donuts, gofres, patatas, pizza o cualquier marranada que nos pongan por delante. Y no se equivocan... Yo me comí, de capricho, un donut rosa. A lo Homer.


¡Ah! Si alguno de vosotros ha visto Ocean's Twelve, hay una escena que se desarroya en un coffe shop de lo más agradable: De Dumpkrin. Hay que ir en horas bajas (por la mañana, a mediodía o primeras horas de la tarde), porqué suele llenarse con facilidad.


Por supuesto, la visita (o más vien visitas, en plural, jej) de rigor al Barrio Rojo. Chicas hermosas (y no tanto, para qué negarlo) tras un cristal. "Tan cerca y tan lejos", debía pensar Ratman. Pobrecito. "¡Qué lindo venir acá con los piiiibeees!", decía el tío. Y es que no era para menos. Hay para todos los gustos, de todos los colores y nacionalidades. Solas o a dúos. Es curioso ver pasear a las familias con los cochecitos entre tanta mujeraza ligera de ropa...



En fin, contaría mil cosas, aunque pensándolo bien, no hicimos nada extraordinario. Pero sólo pisar esa ciudad le deja a uno un buen sabor de boca. A pesar de estar llena de vida y albergar puñados de turistas, se respira una tranquilidad increíble. La gente no es ruidosa, ni siquiera los guiris que la lían tanto en España... Como mucho, puedes escuchar algún insulto a lo garenfrulehjan!!, provinente de algún ciclista holandés que se caga en los turistas fumados que invadimos el carril bici caminando. Pero a parte de eso, una paz... Hacía un frío de narices, pero se soportaba la mar de bien. Y, además, Amsterdam es de esas ciudades que, con la lluvia, se vuelve más hermosa.

Qué bonito... Qué días... Qué vacaciones... De lujo. El caso es que es la segunda vez que visito la ciudad. Y ya se sabe que no hay dos sin tres...

En fin, voy a resignarme a estar hoy en casa en plan morsa total, y viendo el sorteo del Niño, a ver si toca algo, que este mes estoy a dos velas.

4 comentarios:

oxalus dijo...

"A ella le han dejado un paquetito los Reyes Majos holandeses"

¡Pues nada! ¡Que lo pase bien, oiga! Porque el paquete, ¿será para pasar un buen rato, no?

Vamos a preguntarle a Arnold.

¡Arnold! ¿Tu qué dices?

Pos nosssta mal, oye ...

¿Y vosotros chicos?

[MODO SILENCIO REVERENCIAL]... ... ...[/MODO SILENCIO REVERENCIAL]



Y si no, siempre puede hacer de modelo y nos subes la foto ...

Algo así no estaría mal ...

[MODO PEPITO GRILLO]¡Que no! ¡GUARRO! ¡Que tienes novia, pedazo de idiota! ¡Y es la hermana de la compi bloggera! Ay, ay, ay, ay, ay ...[/MODO PEPITO GRILLO]

Pecosa dijo...

¡Que noooooo! ¡Que mi hermana no fumaaaaa! Además, no nos trajimos nada para aquí, que Ratman es un cagao para esas cosas. Ahora, allí nos pusimos finos. ;)

¡¡¡JAAAAAAAAJAJAJAJAJAJAJJAJA!!! Me he descojonado con Arnold, ¡pero el silencio reverencial mola más! ¡¡QUIERO UN CACHARRO REVERENCIAL DE ESOS!! ¡¡JUAAAAAAAAAJAJAJAJAJAJAJ!!

...

¡¡¡JUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAJUAJUAJ!!!
¡¡¡JUAAAAAAAAAJAUAJUAJUAJUAJUAJA!!!
¡¡¡TIOOOOOOO, QUE ES MI HERMANA!!! (por cierto: buena foto)

(Tengo que decirte que hoy estás especialmente inspirado con el tema modos)

vittt dijo...

tres días en jamaica, dices? quién los pillara.

Pecosa dijo...

Desde luego.