domingo, 6 de marzo de 2011

Traigan la camisa de fuerza, por favor

Estaba junto a la ventana mientras sonaba David Bowie, y aparece en medio del patio de abajo (el terrado donde dan los extractores del Caprabo) un gato negro. Paseando, tan tranquilo.
Hace más de seis años que vivo aquí, y jamás vi pasar un gato. No hay. He visto palomas, vivas y muertas. Pero nunca gatos. Jamás.

Ha aparecido pues el gato negro, se ha parado para tumbarse y se ha quedado un rato ahí, junto al muro. Yo lo observaba lamerse entre la ropa que tengo tendida. En un momento en el que he usado el mechero, el gato se ha girado y se me ha quedado mirando. Nos hemos quedado mirando durante unos segundos. Entonces se ha levantado, y ha seguido caminando.
En ese momento me he puesto de puntillas para ver por encima del tendedero, lo he visto durante un segundo y ha desaparecido.

He mirado hacia todos lados, no estaba. He movido la ropa, mirado y requetemirado y el gato no está.

No sé ni de dónde ha salido ni por dónde se ha ido. Yo alucino con este domingo loco que empezó con Dalí, siguió con Kerouac tomando el sol y acaba con un gato negro fantasma.

17 comentarios:

Pecosa dijo...

Ah, espera, que sólo son las siete de la tarde. Áun tiene que acabar el día.

Pecosa dijo...

... Ya. Entiendo que nadie sepa qué decir al respecto.

H@n dijo...

Todo apunta a que acaba contigo y con tu hermana bailando desnudas y borrachas en el terrao del edificio

A ver si de eso también hay post xD

vittt dijo...

ver un gato negro fantasma trae suerte. voy a dar un paseo, a ver si veo uno.

JuanRa Diablo dijo...

Si es que con ese escrito de admiración a Dalí, ha tenido que ir a verte a la fuerza. Encarnado en gato negro, sí, pero ea, las reencarnaciones son así.

Luego se marcharía a buscar a su nueva Gala, digo Gata.

JuanRa Diablo dijo...

Por cierto, tenía pendiente colocar en mi blog tu premio emparrado y lo acabo de hacer.
Enhorabuena por el empeibolado que compartimos ;)
Espero que tengas todas las copas repletas de vino.

Beso, Pecas.

ulises dijo...

Lo del gato sin duda es buena suerte.
Por lo visto hiy tenías un día aburrido. Yo acabo de llegar a casa porque he tenido el finde cargado de compromisos.

Pecosa dijo...

H@n, pues casi. El día ha acabado en un bar de mala muerte tomando un chupito de tequila y siendo cortejada por un tío que iba puesto hasta las cejas. No vale la pena el post, hija, mejor corramos un tupido velo.


Vittt, qué pena no haber jugado a los ciegos hoy. Si ves un gato negro y te toca algo, acuérdate de los amigos.


JuanRa, ¡conque eras tú! ¡Haberlo dicho y nos tomábamos un vino! :O

Gracias por hacerle un huequito a mi humilde premio de admiración. Y felicidades a ti también por el que compartimos. Un besazo.


Ulises, no te pienses que el día ha sido aburrido. Ha sido tranquilo, eso sí, pero por fin he salido a leer al sol.

La exorsister dijo...

El gato llevaba años actuando en la sombra, por eso nunca lo habías visto, ahora lo has descubierto
CHAN CHAN CHAN CHAAAAAAAAAAAAAAAANNN

El gato ha visto tu cara. Estás perdida.

Despídete de tu ropa tendida.


Jejejeje.

El Zorrocloco dijo...

Estoy con H@n, sólo te ha faltado un miniaquelarre XD ¿Qué estabas encendiendo con el mechero, pillina? =P

P.D.- Dalí for the win^^

Iria Veterinaria dijo...

Jaja, acabo de llegar a tu Blog y me encanta. Me hizo mucha gracia la historia de tus pecas. Las mias me acompañan desde mi mas tierna infancia, asiq no se lo que es vivir sin ellas. Un saludiño! Te sigo!

juanjo dijo...

La culpa no es tuya sino de los gatos que soon demasiado rapidos
Besos

Unknown dijo...

Pues yo siempre tuve gatos negros en casa. Por eso cada vez que veo uno por la calle le regalo una sonrisa. No entiendo a la gente que escapa de los gatos negros. Tienen un halo mágico que a mi me atrae mucho.

Y ese día tuyo fue de lo más místico.

Mica dijo...

Ahora nos tendrás que contar si su visión ha hecho que cambie algo en tu vida.
Probablemente sea el gato de alguna vecina que de vez en cuando sale a dar un paseo.

Pecosa dijo...

Exorsister, calla, calla, que me han desaparecido unas bragas...

;)


Zorro, ¿encendiendo yoooo? Naaada, naaada. Chico, no sé qué me estás insinuando... :)


Iria, ¿otra pecosa más? Al final nos haremos con el mundo, ya verás. ¡Gracias por pasar!


Loco, los gatos negros son mis favoritos. Como dices tú, tienen algo mágico. Lástima que no pueda tener por temas de alergia.

Ay, sí, que día más flying, oye.


Mica, pues mira, de momento la vida no me ha cambiado mucho, no. A ver si en los próximos días me cae alguna sorpresa.

nexus. dijo...

El gato, amiga Pecosica, era una señal, una indicación, yo creo que quería decir: acaba con Kerouac y relee algo de Poe, algo de lo mas oscuro de Poe, es cojonudo para un domingo raro.
Un abrazo.
Salud y República!!
Nexus.

Pecosa dijo...

Exactamente, Nexus, es lo mismo que pensé yo: esto es cosa de Poe, que me manda una señal desde el más allá.
Es un autor que no me cansa nunca, me he leído varias veces sus cuentos y jamás me dejan indiferente. Un grande.
Un abrazo.