Citas

Hoy he quedado con una de mis dos mejores amigas. Las dos están sin novio en estos momentos, y es raro el día que quedamos para tomar algo y no sale el tema de los hombres en nuestras converaciones (de hecho, es nuestro tema predilecto, para que mentir). Me explican con lujo de detalles citas, mesajitos, enuentros y demás (sí, las mujeres nos lo contamos prácticamente todo, sobretodo cuando se trata de rolletes o inicios de relaciones sentimentales. Cuando se convierte en algo más serio, ya no contamos tanto, pero contamos igualmente...)

Hacía que no veía a mi amiga desde que me fui de vacaciones, y hoy me hablaba de un par de chicos con los que quedó. Mientras la escuchaba, pensaba en las sensaciones que producen las primeras citas o encuentros con un chico.

Mi fase favorita es la del cortejo. Cuando dos personas saben que se atraen, que hay algo, pero aún no ha pasado nada. Y hay esa especie de tensión. Y le pides el mechero y cuando te lo acerca le rozas suavemente los dedos. Y él te susurra al oído que le dejes pasar agarrándote de la cintura con las dos manos y pasando por detrás. Y ese cosquilleo...

Y cuando ya la cosa explota, y uno de los dos, o ambos, se lanzan y se besan con locura y sienten sus cuerpos como una olla exprés. Esa pasíon... (esta parte también me gusta bastante...)



A veces hecho de menos eso. Sentir ese cosquilleo cuando se coquetea con alguien que gusta. Sentir esos nervios de las primeras citas. Las conversaciones para conocerse mejor. Las primeras noches (y mañanas) de pasión, tan excitantes y locas.

No cambiaría lo que tengo ahora, pero reconozco que a veces pienso en esas sensaciones con nostalgia...