8:53 de la mañana (7 minutos antes de que me suene el despertador): despierto. Ya es lunes. Se acabó lo que se daba.
Oigo a mi hermana ir y venir por el piso, preparándose la maleta para irse de vacaciones. Me levanto. "Buenos días...!". Empiezo a preparar una cafetera. No hay café. Quien no se consuela es porqué no quiere, me hago uno soluble (que me sabe a rayos, no sé cuánto lleva en el armario). Decido llevarme un termo de agua caliente para tomarme unos mates en el trabajo, así le doy un aliciente a la mañana...
Mi hermana se va con el maletón hasta el lunes que viene (que raro se me hace...). Yo me visto y me pinto con más esmero que de costumbre, otro aliciente (sí, a una mujer a veces el arreglarse le hace ver el día de otra forma).
Decido ir andando al trabajo, para empezar a mover los músculos de una vez. Llevo dos semanas atrofiándolos. Barcelona aún está medio muerta, se nota que no han vuelto todos de las vacaciones. Por suerte el día está nublado, no soportaría que mi vuelta al trabajo fuera en un día playero. Bastante me está costando ya para encima pensar en la gente tomando el sol...
La tienda llevaba una semana cerrada. "A ver que me encuentro", he pensado mientras abría la puerta. No me equivocaba: diez cucarachas patas arriba y más secas que el pan sin tomate me esperaban esparcidas por toda la tienda.
Hoy no pienso hacer mucho, aunque parece que me huelan: en una hora y poco ya ha sonado el teléfono tres veces y han entrado dos personas. Eh! Pero qué narices le pasa a la gente? Un poco de margen para la adaptación, por Dios!
Al menos puedo rascarme un poco lo que no voy a nombrar , ya que mi compañera no viene hasta la tarde, así que eso es lo que voy a intentar hacer. Que necesito aclimatarme, hombre.
4 comentarios:
Aunque no te haya escrito estos días te sigo leyendo. Es que ahora no tengo internet y me conecto de vez en cuando en los locutorios.
Feliz vuelta al trabajo
Gracias... Pensaba que habíais desaparecido todos, la sección de comentarios está con depresión...
Eso de feliz vuelta... Llevan toda la mañana acribillándome, la gente vuelve con ganas... Ganas de tocar la moral, porqué luego no sueltan un duro.
Un saludo!
qué tiempos aquellos en que volver de vacaciones se reducía a intentar que tu redacción pareciera más apasionante que la de tu compañero de pupitre.
¡Es verdad! ¿Te acuerdas? Y tras tres meses de vacaciones que daban para escribir mil cosas, aunque hicieras lo mismo que todos los años. ¡Ah...!
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