miércoles, 8 de octubre de 2008

Las lesbianas son raras

Ya sé que no se puede generalizar, y menos cuando hablas de temas por los que te pueden tachar de intolerante, sexista, blablabla. Bueno pues yo digo que las lesbianas son raras, pese a quien pese.

A decir verdad, creo que hay dos tipos de lesbianas (al menos que yo haya conocido):

  • La lesbiana enrollada: suuuuuuuper liberal, con la que puedes hablar de toooooooodo, fiesteeeeeera... en fin.
  • La lesbiana rancia.

Bien, es con esta segunda categoría con la que me voy a explayar.

En los últimos meses he tenido como clientas a dos parejas de chicas: una pareja hace un tiempo, y otra pareja más recientemente. Ambas parejas, de similares características, aunque con matices:

  • La primera pareja se trata de dos hippies catalanas, con un pisito sencillito pero muy cuco, dónde abunda el color lila. Si bien eran majas, su trato era más bien serio y distante; aunque no dieron ningun problema.
  • La segunda pareja viene a ser como la primera, pero más llevada al extremo: desde un primer momento, no capté ni el más mínimo asomo de sonrisa en ninguna de sus bocas. Más bien mostraban una expresión ya no seria, sinó más bien de mala leche. Para hacerles un armario de dos puertas me hicieron hacerles 4 proyectos diferentes (y, creedme: no hay muchas alternativas de distribución interior de un armario con esas dimensiones). Cada proyecto me suponía una hora y media de estar atendiéndolas. Una hora y media, de reloj. Porque claro:

LA UNA: (preguntando con cara de perro) -¿Qué te parece si ponemos un cajón aquí?

LA OTRA: (respondiendo con cara de perro, y tras 20 segundos de silencio) -Bueno, como tú veas...

Tras seis horas en total de atención y proyectos (tres horas corresponden a los silencios pensativos, que es muy difícil pensar cómo quieres distribuir un armario de un metro), aceptan el pedido; aclarando a posteriori que vienen recomendadas por mi jefe y que si les hacía más descuento. Más descuento en una birria de armario por el que, si no estuviéramos en <piiiiip>, ni me hubiera molestado en pelotear para que compren. Porqué es que se me quitaban las ganas.

Hoy han venido. Resulta que quieren hacer una modificación (con la que no os aburriré ahora)que implica desmontar todo el armario para poder hacerla. Lo llevan claro. Ya les he dicho que ni hablar del peluquín, y les he tirado mi alternativa. Las caras de perro han pasado a ser caras de orco, a una le palpitaba la yugular y todo. Pues a comérselo con patatas, es lo que hay. Ahora, el colofón ha sido:

UNA DE LA DOS: -Mira, la verdad es que el otro armario que nos queríamos hacer -que también les presupuesté... 2 horas más a sumar al recuento - se nos dispara un poco -claro, como que les sube 3000€- y en Ikea lo tienen por 900€, así que, claro, posiblemente lo compremos ahí, aunque ya sabemos que no es bien bien lo mismo...

YO: (con cara de "y a mí qué") -Ya, no sois las primeras que me dicen esto.

LA MISMA DE ANTES (porqué la otra casi no habla, pero tiene peor cara de perro que la que habla): -La cuestión es que, si nos compramos el armario allí, ¿vosotros nos lo podéis entapetar?

En mi cabeza: "me estás diciendo en la cara que no vas a comprarme el armario, que te vas a ir a Ikea y que una vez que lo tengas en casa: tengo que ir a medir los huequitos que te queden del armario hasta las paredes y el techo par pedirte unos listoncitos y mandar a un equipo par que te lo deje todo bien entapetadito y cerradito. Eso me estás diciendo. Pues va a ser que no".

En mi boca: -Hombre, no sé... Pero no te preocupes que yo hago la consulta.

Ya he hecho la consulta conmigo misma y he decidido que ni de coña. Hala, mañana las llamo.

No sé que consclusión sacar de todo esto: no sé si es que están malf----das o qué, hablando en plata. Porqué yo he hablado con muchas mujeres del tema y, por muchas maravillas que se puedan hacer con manos, lengua, etc., llega un momento que una necesita lo que necesita. Quizás les compre un consolador, que seguro que no tienen ninguno (claaaaaaaaro, ahí falla la cosa). ¡O uno de esos cinturones con el consolador incluído, que quizás les haga más gracia!

11 comentarios:

chuikov dijo...

en mi bar comprobe que muchas lesbianas eran bastante malhumoradas y retorcidas. igual fue casualidad.

Kodama dijo...

No puedo contar muchas historias de lesbianas porqué pareja sólo he "conocido" con ellas. Bueno, más bien "conocido"... Estuve compartiendo piso con una pareja de lesbianas (un perro muy cerdo que se meaba por todos lados y un berebere).

Eh, luego dicen de los tíos pero esas tías eran más guarras que una piara entera... En mi vida había visto algo similar.. Las muy guarras ahí tumbadas en el sofá en bragas con manchurrones de la regla! por dios, qué asco! eso era una cosa.. Imagínate cómo estaba el baño.. La cocina.. etc... Nada, hacía vida en mi habitación y en el wc que tenía justo al lado...


PD_ juas.. cómo me he reído con la historia del armario, aunque no he podido comprobar que sean rars me he imaginado la película de los armarios y sus caras a la perfección:P

Pecosa dijo...

Las casualidades no existen, Chuikov. Que son raras, que sí...

Qué experiencia más maja, Kodama. Toda una lección de vida, ¡jajajaj! ¡Ahora compartir piso con tíos debe ser una maravilla! Gacias por pasar por la parra, luego entro a chafardearte. ¡Un saludo!

chuikov dijo...

joder que asco lo de las bragas

Pecosa dijo...

¡Jajajajajajjaajaja! ¡A ver! ¡Moderación que voy a cenar!

oxalus dijo...

Chica, capull@s hay en todas partes (mierda, ya va a salir en enlace por culpa de la arroba, ¿no?).

oxalus dijo...

¡¡Pues no!!

¡¡¡¡JA, JA, JA, JA, JA!!!!

Pecosa dijo...

Pues sí, y para todos los gustos...

(¡¡Por listo!! ¡¡Jajajajajaj!!)

oxalus dijo...

:P

vittt dijo...

aún a riesgo de ser tachado de intolerante, sexista y blablabla espero con ansia el post de la lesbiana enrollada: suuuuuuuper liberal, con la que puedes hablar de toooooooodo, fiesteeeeeera... en fin.

Pecosa dijo...

Yo también esperaba a esa lesbiana, pero nunca llegó.