viernes, 3 de octubre de 2008

"Tenho una carta escrita, para ti, cara bonita..."

¡Ya he vuelto! ¡Qué bonita es Lisboa, por Tutatis!

La verdad es que me ha encantado. Estábamos hospedadas en pleno centro, al lado de Restauradores, la plaza Figueira y la Plaza Rossio (que nosotras íbamos diciendo: ¡Rossío! ¡Ay mi Rossío!, como Ortega Cano); y con todo al alcance: transportes, restaurantes, bares de copas...

En estos 4 días no hemos parado:

  • El lunes llegamos y nos recorrimos el centro (cenamos pescado con ensalada y arroz en un bar -tipo Bar Pepe, pero con una comida casera muy rica- y probé por primera vez el café solo. Estaba de muerte, no he tomado ni un cortado en toda la semana). Y visitamos el Castillo de San Jorge. (Anécdota del día: aunque el baño de la pensión era comunitario, en la habitación, tras la cortina, había más que la ventana: un lavamanos y un bidet; ambos bajo la ventana de cristal transparente. Sí, fue un poco raro...)
  • El martes fuimos a ver la Torre de Belén, el Monumento a los Descubridores y el Monasterio de los Jerónimos (no me voy por las ramas con todo esto para no aburrir, aunque sólo os digo que, concretamente, la Torre y el Monasterio, me parecieron de lo más hermosos por dos razones: la piedra más bien blanca con la que estan construídos y el estilo manuelino, ambas cosas les aportaban elegancia y apariencia de lo más delicada). (Anécdota del día: por la noche fuimos a cenar a un italiano -que ya necesitábamos variar de pescado y fritanga- y conocimos a un simpático camarero calabrés que, a la mañana siguiente, al pasar por delante del restaurante, nos invitó a sendos cafés italianos...)
  • El miércoles fuimos a la ciudad de las Culturas (que más que eso, viene a ser una Ciudad de las Ciencias, pero bueno). Hicimos el tonto con todos los juegos interactivos, nos hicimos mil fotos jugando por allí (me subí a una bici que iba por una cuerda -como la de los equilibristas- pero no se caía, y también en un simulador de lo que sería andar por la Luna... muy diver...), subimos a un teleférico, vimos el Oceanográfico... En fin, hicimos de guiris totalmente, que de vez en cuando también está bien... (Anécdota del día: la mejor foto que nos sacamos fue al entrar en el Museo de las Ciencias, en dónde había una mesa como de cocina con cuatro sillas, todo fabricado a mayor escala, tamaño gigante. En un cartel indicaba que aquella proporción de tamaño es la que percibe un niño de tres años. Nos sacamos una foto, cada una en una silla, como si esperásemos la comida. Quedó de lo más graciosa)
  • El jueves nos desplazamos a las afueras de Lisboa, en concreto a Sintra, a visitar palacios (en esta localidad hay unos cuantos). El primero que fuimos a ver era el Palacio da Pena, y era el típico castillo de cuento de hadas: torreones, jardines, grandes escaleras... El interior conservaba algunos de los muebles (otros los han tenido que quitar para hacer espacio para los visitantes) que se han usado en ese palacio: las habitaciones del rey, de la reina, los despachos, salas de reunones, cocinas... Unos muebles y decoraciones de lo más alucinante. Comimos (en un lugar con cierto estilo medieval y una carne buenísima) y por la tarde fuimos a Quinta da Regaleira, un palacio construido para un particular, seguidor de la masonería y el esoterismo entre otras cosas; razones por las cuales el recinto resulta ser una combinación perfecta entre Rivendel y Dentro del Laberinto: torres bellísimas con aspecto de marfil, escaleras de caracol y arcos góticos, a la par que rocas cubiertas de musgo, que esconden un pozo subterráneo al que se puede bajar y el cual da a numerosas y oscuras grutas (más de un turista ya iba provisto de linterna para atravesarlas). Las grutas conducen, bajo suelo, obviamente, a diferente puntos de los jardines. Puertas secretas de piedra, lagos escondidos con rocas que hacen de camino para atravesarlo... Un mundo de fantasía, no sé como no han rodado una película allí. Es de esos lugares hermosos y misteriosos a la vez. Increíble. (Anécdota del día: con el cuento este de los castillos de princesas, nos tiramos todo el día echándonos fotos de princesas, claro está: "¡ahora sube a la torrecita, asómate a la ventana y lanza el pañuelo, como si fuera a subir el príncipe por él!", "¡ahora ponte en ese banco con cara de mística!", "¡ay!¡mira que bonito!¡ponte el pashmina que te caiga por detrás, a lo velo, y haz ver que cruzas el puente!". Y no fue que nos echamos un par o tres, es que nos tiramos así todo el día. Parece mentira que tengamos 27 años).
  • Y hoy, para Barcelona.

La verdad es que no hemos parado de un lugar a otro, pero ha valido la pena. Tuvimos también nuestra sesión de fado. Una de las mujeres que cantaba, luego pasaba por las mesas intentando vender el CD que había grabado hacía 25 o 30 años, a juzgar por la foto de la carátula (la buena señora ya debía tener sus sesenta y pico... ). "Señora, supere lo de sus años mozos, que eso ya pasó", decíamos nosotras. Otra Massiel. Y a 15€ el CD. Pobre mujer: entre que la mayoría de comensales eran portugueses y nosotras, de la Virgen del Puño (como buenas catalanas) mucho negocio no hizo esa noche, la pobre. Uno de los guitarristas nos dedicó una canción (la que da título a este post").

Por las noches está bien subirse al Barrio Alto (alto porqué hay tropecientas escaleras para llegar a la zona), que está lleno de baretos y ambientillo nocturno: la gente en las calles con la copa en la mano no falta nunca. Anécdotas y curiosidades de las noches en el Barrio Alto:

  • Tema ligues: una de las noches estuvimos en un bar gay. Nos dimos cuenta cuando nos íbamos. Otra, caímos en un karaoke (que no sabíamos que era karaoke, hasta que nos sentamos y vimos la pantalla) en la que se debía hacer una fiesta de instituto, o algo así: eran todo chavalines de 18 años como mucho. Y otra, se nos acercaron unos suizos (de unos 16, 17 años... otra vez...) que llevaban más alcohol en la sangre que Michael Hasselhoff en aquel vídeo de la hamburguesa. Unos pesaos. (Ahora, el camarero era de lo más majo)
  • Tema físico: es increíbe lo duros que deben tener los glúteos la gente que vive allí. Escaleras y calles en pendiente son lo que abunda en esta zona. La mejor manera de quemar el alcohol consumido, está claro.
  • Allí las claras son con cerveza y 7Up, en lugar de cerveza y limonada.

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Generalidades:

  • Hemos visto más cejudas que bigotudas
  • No hay mucho portugués guapo, al menos por las zonas por dónde nos movimos nosotras
  • La gente, aunque seria, suele ser bastante amable.
  • Los restaurantes en los que hemos comido, todo y ser (o aparentar ser) de distintas categorías, nos han costado prácticamente lo mismo.
  • Hemos descubierto que tenemos peor sentido de la orientación del que pensábamos: hasta el tercer día no supimos ubicar la pensión respecto a la Plaza Figueira.

Y me dejo mil cosas, pero bueno, creo que con esto es suficiente. Sólo quería haceros una sinopsis de estos cinco días y deciros pues esuo: que ya he vuelto.

8 comentarios:

oxalus dijo...

Welcome home pecas!!

Bueno, ya veo que el viaje ha ido bien. La verdad es que Lisboa mola que te cagas (¿habían helados Frigo=Cuore? ... ... ... Calippo de PiñaColada; solo digo eso ... aarararahhhgggg ...).

Buenos recuerdos de los Jerónimos (una pasada), Imagino que cogeríais el tranvia, ¿no? (ya sé que en Barna volvemos a tener, pero aquellos son de los antiguos esos tan chachis ...).

Por otra parte, está bien que os quedárais en Lisboa y no tubierais que coger un coche (allí están locos, parece un rollo Turquía, Marruecos o algo así ... un sitio con desierto y sin normas ...).

En fin, ¡¡bienvenida de nuevo!!

Pecosa dijo...

Ais, gracias... Qué majo...

Pues había Frigo, pero ahora se llaman Olá (si llego a saber que hay Calippo de Piña Colada me como uno, mmmm...)

No pillamos un tranvía de los viejos porqué no sé qué pasaba que siempre que nos poníamos en una parada, el tranvía se acababa de ir y lo siguiente que pasaba era un minibús, así que...

Ya me fijé en el tema conductores... Un peligro, sí... Tendrías que ver como subía las cuestas en curvas (de lo más cerradas) el conductor del autobús de Sintra: el tío dominaba, pero le metía una caña que asustaba...

¡Buen fin de semana, ya contarás tu conciertillo!

Kiko dijo...

Hola pecosa es hoy a las 17:00 en la seción Brigadoom en Sitges. Retrospectiva Hermanos Prada. - Sala Miramar. Besotes

chuikov dijo...

bienvenida de vuelta. que envidia tu viaje

Pecosa dijo...

Kiko:
No pude ir, sorry... Recién llegada de viaje, me fui para casa de Ratman, ya sabes, esas cosas... Espero un post tuyo de lo más detallado. Un besazo.

Pecosa dijo...

Chuikov:

No tanta envidia como los tuyos, aunque tampoco me quejo: me encantó Lisboa. Comí bacalao, escuché fados, bebí vino... La verdad, no, no me quejo.

Un abrazo

vittt dijo...

lisboa es una asignatura pendiente. y eso que las cuestas me cuestan.

Pecosa dijo...

Y a mí también. Pero ¡para eso están los tranvías! :)
Eso sí, si vas lleva un buen calzado, que los adoquines no perdonan.