- Que puedo morir cruzando el semáforo. Por muy verde que esté para los peatones, los coches casi nunca paran.
- Que no tengo nada que envidiar a los yankis. Tengo mi cascada del Niágara particular justo en la puerta de la tienda cada vez que la vecina del tercero riega sus geranios.
- Al chico del estanco. El rubiales se hace el interesante, pero yo me lo hago más.
- Que cuanto más pronuncian mi nombre los clientes, más pijos son. (Y que el dinero que puedan gastarse en una cajonera y el nivel de higiene personal no necesariamente son directamente proporcionales).
miércoles, 3 de junio de 2009
Cosas que he descubierto trabajando en este barrio
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11 comentarios:
Hace días que no tengo tiempo ni de entrar en todos los blogs que quiesiera, pero veo que los que me gustan seguís tan ingeniosos como siempre.
Pues sí hija sí, hay cosas que no cambian unas para bien y otras para mal, qué le vamos a hacer...
Es que el semáforo funciona distinto para los de ese barrio, ya se sabe que el dinero hace milagros. La del tercero puede que sólo pretenda ayudarte y quiera duchar a esos clientes con falta de higiene porque le llega el tufillo hasta su ventana. Y con respecto al rubiales que se hace el interesante, no hay nada más cutre que un tío haciéndose el interesante sin serlo.Un besote.
Ak, ak, ak, olor a humanidad :SSS
Dos paradas es un mundo, hija mía XD ¿No notas el aire con más drogas (iba a decir más limpio, pero..), y todo como mas brillante? XDD
Gracias, IBE. De todas formas, la mayoría de veces es el mismo entorno el que ya es "ingenioso" de por sí...
No había pensado yo en la posibilidad de la ducha, Mica. Muy aguda. Pues será cuestión de plantearse el poner unos cepillos gigantes en la puerta de la tienda, a lo "túnel de lavado".
Pues no, Zorrocloco, no he sentido más concentración de drogas en el aire... Ahora que el otro día pasó un elefante de colores por delante, mira qué curioso... ;)
Hummm no sé si es la Luna o qué... pero estoy formando una "brigada brutal" para quemar Sarrià hasta los cimientos... Peki, si ves humo... corre, por lo que más quieras... no sé si podré contenerles...
Hay cosas que no cambian... pero unas menos que otras.
Hostias, D, gracias por el aviso. Lo tendré en cuenta (recuérdame que no me meta nunca contigo)
Lo del olor de algunos clientes en el paraiso de los metrosexuales me sorprende. Vas a tener que llevarte una latita de naftalina como los forenses.
Yo digo que las cada parada de metro es un mundo. Desde el pijerío mas fino hasta el chonismo más radical. Eso es lo que se llama sociedad multicultural.
-apestas.
-puesss me he duchado
-yo sé lo que me digo.
Muchos apestaban. Para alguno decente que había, habia quinientos gilipollas. Hala, ya les pueden ir dando.
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