Me encanta ver fotos de tiempos pasados. Disfruto recordando.
El sábado se me presenta mi madre con una bolsa llena de paquetitos envueltos con papel de periódico. Eran fotos de los álbumes que guardaba ella. Nos las da porqué se le están estropeando de la humedad. "¿¿Todo esto son fotos??", pregunté cuando me enseñó la bolsa. "Sí, hija, sí...", me contestó mi madre.
Así que desde el sábado, cada noche es una sorpresa en casa. Después de cenar abrimos uno de los paquetitos a ver qué fotos contiene. Las vemos y luego nos las repartimos entre mi hermana y yo.
Hasta ahora han salido fotos de cuando mi padre jugaba en el equipo de fútbol, del viaje a Londres de mi hermana, de las comilonas familiares que nos pegábamos, de sesiones de fotos que nos hacíamos mi hermana y yo cuando nos aburríamos, de cuando íbamos al parque de atracciones del Tibidabo (que por aquél entonces era el no va más)... Y sólo hemos abierto dos paquetitos. Quedan como unos quince más.
Parece mentira la de cosas que llegamos a hacer a lo largo de la vida. Es hermoso conservar fotografías de muchos de esos momentos.
6 comentarios:
Seguro que te emociona.
Un beso.
A mí me pasa lo mismo, me encanta ver fotos, de vez en cuando me doy una sesión y recuerdo el momento en que se hizo la foto, donde estaba... A veces descubres fotos nuevas, en fin, el caso es que se pasa un buen rato.
Que nostalgia eh? y con qué distinta mirada se ven después de pasado un tiempo.
Pues nada, que disfruteis de los paquetitos que os quedan.
Mucha emoción, muchos recuerdos, mucha nostalgia...
Seguiremos disfrutando.
me gustan las fotos de gente que desconozco. o de gente que conozco pero no soy yo.
Yo antes detestaba salir en las fotos. Y ahora me enfado si sólo saco yo y a mí no me sacan ninguna.
Hay algo tan especial en las fotografías... no participar de eso sería como estar dejando pasar algo único (disculpa si sueno cursi, estoy en fase foto-artística)
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