A las ocho de la tarde, Barcelona ya reventaba por todas partes: gente caminando por las calles, llenando los andenes y vagones del metro, yendo con los coches arriba y abajo gritando: "Boti, boti, boti, madridista qui no boti...!". Aunque no nos íbamos a poner a botar los que íbamos a pie, todos botábamos por dentro, las cosas como sean.
No me quiero imaginar lo que debe ser ahora mismo el centro de la ciudad. Yo, por lo pronto, me voy a dormir con el sonido de los fuegos artificiales de fondo.
4 comentarios:
Digamos que ha sido un año correcto. Sí, sí-sí.
¡Jajajajajajaj!
madridista qui no boti como mal menor!
No ando muy futbolera últimamente (me va a neuras), pero el tema con el Madrid siempre está. Siempre.
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