El sábado nos levantamos y fuimos al bar del pueblo a desayunar (bar en el que, tal y como comprobamos más tarde, siempre están los mismos). Después de un café con leche con magdalenas del pueblo nos fuimos al lío.
La caminata duró casi cuatro horas por un bosque que había junto a una carretera. Vimos varios coches aparcados y pensamos que la cosa estaría jodida. Pero, por suerte, volvimos con la cesta de mimbre (ideal ideal) casi llena. Tengo que decir que de todos los rovellones que encontraRON, yo no encontré ni uno. Al principio no me desmoralicé pero, hombre, después de cuatro horas sin dar con ninuno y escuchar a cincuenta metros a Ratman gritar: "¡vaaaamooooo!" (eso decía cada vez que encontraba uno) me quería cortar las venas. Eran las dos de la tarde, todos querían irse a comer y yo que no me iba sin encontrar un puto rovellón. Pues al final me fui con unos morros que me llegaban al suelo. Es que ya está bien: los tres españoles, que estamos hartos de comerlos, apenas encontramos (padre: 4, hermana: 1, Pecosa: 0). Los dos extranjeros, que no habían visto un jodido rovellón en su vida (Ratman y la pareja de mi padre) llenaron la cesta. Hay que joderse.
En cualquier caso, después del mosqueo vino la recompensa: asado argentino (qué rrrrica la entrañitaaaa) y rovellones con ajito y perejil. Nos pusimos las botas.
Después de la siesta, fuimos a Miravete de la Sierra, un pueblo de unos cuarenta habitantes que mi padre conoció por el programa España Directo. Estuvimos charlando con Timoteo, un viejito de setenta y tantos (sin apenas arrugas y unos hermosos ojos azules) vestido con un mono azul y una gorra a juego; que pasaba el rato viendo saltar a las truchas por el riachuelo del pueblo. Nos sacó un marco lleno de polvo con una foto de los habitantes del pueblo con el equipo del programa, de cuando fueron a hacer el reportaje.
Y el resto del finde ha sido básicamente beber vino y cerveza y comer jamón y pistachos. Y desconectar, que poco tiene que ver Villarroya o Miravete con Barcelona. Y eso se agradece, de vez en cuando. (Mi consuelo de volver a la ciudad es el taper de rovellones que tengo en el congelador).
11 comentarios:
que guay tu finde. no hay nada mejor que comer setas cogidas por uno mismo. saben más ricas.
Menudo finde. Mi problema es que no me fio de las setas, y no sé si son venenosas o no,(como no las distingo y casi todas se parecen) así que me limito a verlas, pero paso de pillarlas, no vaya a ser que no lo cuente. Nos limitamos a hacer la caminata y a darnos un homenaje comiendo, pero las setas que las cojan los que entienden. Un besote.
tía, que en las setas viven los gnomos...
Jooooo, yo quiero un finde así.
Y mira que tenga que venir alguien de fuera para que encuentren más níscalos que uno de casa.
Chuikov, bien frescas estaban. Ricas ricas.
Mica, yo porqué mi padre ya sabía. Habían unas que se parecían mucho a los rovellones pero tenían topos (:S) en el tallo. Yo habría cogido esos y a día de hoy estaríamos todos con una intoxicación de caballo, hija.
Música, quizás me comí alguno...
Loco, de fuera vendrán...
¡Cómo mola el pueblo! :O Me apunto el nombre, a ver si no está despoblado de aquí a que vaya XD
El caso es que las setas esas me sonaban de algo... Puede que sí tengan gnomos, eh? XD
http://disquisitudes.blogspot.com/2009/10/revollones-magicos.html
P.D.- Los pies de Bridget Fonda molaban MUCHO xD
P.P.D.- Llegué tarde a comentar, pero parece que ya estás mejor. Me alegro mucho^^
No veas como se le va la pinza a la colega con los sueños alucinógenos. Qué risas me pegué ayer por la noche.
P.D.- molan que te cagas.
P.P.D.- A mí me alegra que llegues, no me importa que sea tarde.
Ey! Menudo pueblecito!Ahí para ir en invierno a calentarse con la chimenea esa que se ve en la foto y un porrón de mantas y tal, tiene que ser... ^^
Yo solo he encontrado 3 revollones en toda mi vida, y eso que mi apdre insiste en que crecen de 2 en 2... pues nada...
Y sobre la psicodelia de los revollones de mi padre, he de decir que anoche (sin hongos por en medio) tuve un sueño en el que me ponian la cara de otra persona, una chica super cejuda y yo no paraba de depilarme las cejas y de llorar, pero eran como semillas y los pelos regados por mis lágrimas crecian y yo acababa siendo una especie de mujer lobo.
Entonces me afeitaba, pero toda mi cara era como efecto velcro y cuando iba al hospital a curar enfermos, se me pegaban las vendas en la cara...
Asi que igual es solo cosa mia y los pobres revollones eran lo que tenían que ser y no sus primos hippies xD
Un saludo, y perdón por la parrafada xD
¿¿¿QUEEEEEEEE??? ¡¡¡JAAAAAAAAAAJAJAJAJJAJAJAJ!!! De perdón nada, nena, ¡tu parrafada es genial! Me has sacado unas risas que hoy me vienen de perlas.
Pues sí que va a ser cosa tuya y no de los rovellones, sí... Gracias por pasarte, reina.
vienen a nuestro país a quitarnos los rovellones!
¿A que no hay derecho? Menos mal que alguien me entiende.
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