martes, 22 de julio de 2008

Cuentos chinos

¿Porqué los restaurantes chinos son tan grandes si nunca se llenan ni siquiera a la mitad? De hecho... ¿cómo sobreviven, si la mayoría están siempre vacíos?

Si la tortilla de patatas que hace mi madre no sabe igual a la tortilla de patatas que hace mi abuela, ¿porqué la comida de todos los restaurantes chinos sabe igual?

¿Porqué nunca he visto a un chino en...
... un bar
... un supermercado
... una tienda de ropa
... un parque
... una peluquería
...una discoteca
De hecho, ¿porqué nunca he visto a un chino en algún lugar que no sea un restaurante chino o un chino (tienda)?

Tampoco he visto nunca a un chino conducir, piropear a una mujer que pasa por la calle o practicar algun deporte.

Son gente rara, ésta, ¿no?

15 comentarios:

chuikov dijo...

jajaaj, eso comentaba yo el otro dia con un amigo. los chinos no tienen ocio. por lo visto sí que van a los bares y vacían las tragaperras. aún están intentando descubrir cómo lo hacen. con respecto a la tortilla, ellos probablemente no notan la diferencia entre la de tu madre y la de tu abuela.
¿por qué la comida china me engorda y a ellos no?
¿por qué no se quedan calvos?
¿por qué no tiene canas?
si tu emigraras a china ¿montarias un bazar como hacen ellos con 2 millones de cosas diferentes de las que te tienes que aprender el nombre?
en el barrio de usera de madrid(alli viven todos), entre en un chino para chinos, donde la carta no estaba en castellano, la comida no se parecia en nada a la que solemos pedir.

Panito dijo...

jajaja. Eso les pasa por vivir de ese lado del Océano. Acá los restaurantes chinos estás siempre llenísimos. Los chinos manejan, compran, putean, prenden fuego a las casas de alfombras...
Hacen de todo.
Pero, en respuesta a tu pregunta, Pecosa, sí, son gente rara. Son como los japoneses clase B, o mejor dicho, como los Japoneses, pero sin glamour!
Vean mi post de los supermercados chinos en Argentina!

Sayonara!

Anónimo dijo...

Hola pecosa !!

He estado leyendo tu blog y me ha hecho cantidad de gracia lo de los chinos. Yo trabajo para un chino, pero no trabajo ni en un bar chino ni en una tienda de chinos jaja. Es gracioso pero todo el mundo al que le digo que mi jefe es chino se piensa que trabajo en uno de esos dos sitios.
Aun que trabaje para ellos y yo si que los vea fuera del restaurante chino quiero decirte que si que son gente muy rara te lo digo yo que estoy con ellos a todas horas, y son gente que vienen a nuestro país pero no hacen por integrase, por ejemplo mi jefe no entiende porque nos dan las pagas de navidad, verano ni porque tenemos tantas vacaciones. Su frase es: aquí mucho pagal y mucha vacaciones. Pues chico si no te gusta ya sabes puerta ... je je
Jolin me he emocionado escribiendo pues nada que me gusta tu blog seguiré leyéndote, espero no haberte aburrido je je.
Saludos

Pecosa dijo...

Recuerdo haber leído tu post, Panito, aunque volveré a releerlo ahora para refrescarlo.

Respecto a lo de prender fuego a las casas de alombras... ¿?¿?¿?

Joder... como para decirles algo...

Pecosa dijo...

Es cierto, Chuikov, todo lo que dices.
Y posiblemente no, no montaría un bazar para tener que memorizar cómo se llama cada cosa ... Y el restaurante ese chino cien por cien que comentas en Madrid... Cuanto más sé, más me da la sensación de que todo lo que tienen de raro lo tienen de listos y nos toman el pelo en muchas cosas.

Panito dijo...

jajaja. Sí, fue un caso policial de hace unos años acá en Argentina. Varias noches, durante un par de meses, aparecieron casas de alfombras (en donde se venden alfombras entiéndase) incendiadas. Nadie sabía por qué, ni quién lo había hecho. Hasta que una buena noche agarraron a un par de cuadras de una casa de alfombras que se estaba incendiando a un chino, que iba en bicicleta, y que llevaba una mochila con fósforos, trapos, nafta....

Pecosa dijo...

¡Bienvenido, lector anónimo!

Ni de broma me aburres! Todo lo contrario, me sorprende lo que me cuentas.
Qué raro trabajar para un chino, normalmente los chinos sólo trabajan con chinos; es lo que tu dices, no se integran demasiado...
Ni pagas, ni un mes de vacaciones... ¡qué joya, chico!

Un saludo!

Pecosa dijo...

Madre mía... Vaya panorama... Podrían entretenerse quemando montañas de palillos chinos, oye.

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Hola pecosa por cierto soy anonima jeje.
Tienes razón con lo que los chinos solo trabajan con chinos, pero son tan especiales a la hora de tratar con la gente que es necesario tener trabajadores españoles si no ya te digo yo que no haria nada de nada y eso que sigue sin enterarse de muchas de nuestras costumbres, dice que los españoles nos quejamos mucho, normal cuando te venden algo en mal estado no ?
Seguiré por aquí
Saludos

Palla dijo...

Gente rara los chinos, como los ¨gallegos¨ no?
Y no los ves en todos esos lugares, porque no hacen cosas de gente bien, porque casi que ni son gente. No?

Pecosa dijo...

Disculpa, Anónima...

Quizás sí que nos quejamos mucho, aunque ellos chillan mucho cuando hablan, también...! Jajaja!

Un saludo!

Pecosa dijo...

Bienvenida, Lady Mermeladita!
¡Vete a saber lo que piensan realmente los chinos de los españoles!
Tenemos la costumbre de etiquetar algunas costumbres o culturas diferentes a las nuestras como raras, y la verdad creo que raros lo somos todos, empezando por mí!

Un saludo!

Palla dijo...

Si...a eso iba.

Anónimo dijo...

Interesante post éste. Yo siempre he mantenido que los chinos en realidad no son personas, sino aliens. Por todo, por todas las cosas que habéis mencionado, por esa manía que tienen en hacer fotos a todo lo que ven, como si una papelera (que lo he llegado a ver con mi bonitos ojos) por ejemplo no la tuvieran en su país, etc, etc. No son gente de fiar. De hecho, si un chino se ríe yo me acojono. Pensadlo, seguro que a vosotros también os pasa.

Abresos!

Pecosa dijo...

Hola, opositor!

El que fotografiaba la papelera seguramente era un japonés, otros que también son más raros que un perro verde... Una vez que fui a Venecia me estaba haciendo una foto y aparecieron un grupo de diez japos de la nada y empezaron a fotografiarnos a mansalva, pidiéndonos que siguiéramos posando. Ha sido lo más parecido a ser famoso que he vivido...

Un saludo!